Un 3 de agosto de 1492, por orden de los Reyes Católicos, Cristobal Colón partía del Puerto de Palos en España para comenzar el viaje que lo llevaría a América. En esta expedición participaron tres embarcaciones: La Pinta, La Niña y Santa María.
El objetivo de esta travesía era llegar al Oriente, a la India o al Japón para “descubrir y ganar tierras” con una finalidad meramente económica para la corona española. Luego de poco más de un mes de navegación, durante los cuales hubo varios motines a bordo, el marinero Rodrigo de Triana divisó tierra un 12 de octubre. El primer lugar donde desembarcaron fue la Isla de Guanahaní, que Colón llamó San Salvador.
Sin embargo, Colón llegó a Cayo Samaná, otra pequeña isla del archipiélago de las Bahamas. Luego siguió su viaje por el Caribe hasta lo que luego sería la isla de Cuba, el 28 de octubre. El 24 de diciembre la Santa María encalló en las costas de La Española y con sus restos se instaló el Fuerte Navidad.
El 16 de enero de 1493, emprendieron el regreso aunque tras unos días de tormenta, La Pinta y La Niña se separaron. Una terminó en Bayona, Galicia, y La Niña, en la que viajaba Colón, hizo escala el 17 de febrero en la isla portuguesa de Santa María, en las Azores, y el 4 de marzo recaló en Lisboa, tras siete meses y 12 días de viaje. Colón regresó al puerto de Palos y el mes siguiente fue recibido en Barcelona por los reyes. Allí exhibió muestras de las riquezas que había en el nuevo mundo.