La fórmula 1 es la principal competición de automovilismo internacional y campeonato de deportes de motor más popular y prestigioso del mundo. La entidad que la dirige es la Federación Internacional del Automóvil.
Seguramente el nombre Hermann Tilke resulte familiar a cualquier fanático de la Fórmula 1.
Ya que él ha dibujado 65 circuitos alrededor del mundo de la fórmula 1 con algunos en la sala de espera y uno de los últimos, en Sochi en Rusia.
En todo caso, los monoplazas más allá de su rendimiento intrínseco, necesitan circuitos donde demuestren lo espectaculares que pueden ser, también que por supuesto compitan y regalen hermosas batallas por las posiciones.
Hermann Tilke se graduó como ingeniero civil en la Universidad de Acachen (Alemania). Fundo la “Tilke GmbH Ingenieure and Architekten” en Aquisgrán Alemania, en 1984, uniendo la arquitectura e ingeniería civil.
Hermann Tilke es uno de los cuatro arquitectos reconocidos por la FIA, pero con la excepción que ha sido el único encargado de diseñar pistas de Fórmula 1.
Su primer trabajo fue el Circuito de Sepang donde en su momento algunos pilotos dieron su opinión incluyendo a Michael Schumacher. Los pilotos se encargaron de sugerir varios diseños de curvas, por lo que el circuito fue muy bien recibido.
Se dijo entonces que por primera vez en la historia de la Fórmula 1, un circuito había sido más fotografiado que los monoplazas.
Ha diseñado sin fin de circuitos internacionales como el Circuito Internacional de Bahréin, Circuito Internacional de Shanghái, Circuito de Estambul y el Circuito de Yas Marina solo por mencionar algunos.
También ha participado en reformas a circuitos europeos antiguos como el Hockenheim, el Circuito de Catalunya y Nurbugring. No todos los circuitos han gustado por igual.
Los diseños de Hermann Tilke han sido objeto de duras críticas, en 2009 “The Guardian” señalo que Tilke “ha sido acusado de dibujar pistas aburridas y lo que es peor, de matar a legendarias como Hoockenheim”. El comentarista ruso de Automovilismo, Alexey Popov incluso acuño el término “Tilkedrome” para enfatizar el tedio característico de los circuitos diseñados por Tilke.
Uno puede gustar o desagradar los circuitos de Hermann Tilke, pero sus proyectos han influido en el deporte y los países que los adoptaron.
