La relevancia y complejidad de la arquitectura interior han aumentado, convirtiéndose en una disciplina que abarca la construcción en la que se integra. Su función es responder de manera óptima a las necesidades de los habitantes, utilizando de manera racional los recursos y teniendo en cuenta la sostenibilidad.
Es esencial distinguir entre interiorismo y decoración de interiores.
Interiorismo
Resuelve problemas, determina el mejor uso del espacio y se preocupa por la seguridad, aprovechando todas las posibilidades disponibles en un área específica. Busca mejorar la experiencia del usuario gestionando de manera eficiente el espacio intervenido.
Se centra principalmente en esquemas de color, textiles y renovaciones superficiales sin alterar la estructura.
Podría parecer limitado a la elección de colores y muebles para crear una apariencia agradable. Sin embargo, su alcance va más allá, implicando consideraciones detalladas sobre la distribución del espacio, la iluminación, la acústica, los materiales, la ergonomía y otros elementos fundamentales para lograr un equilibrio entre funcionalidad y estética.
Los especialistas responsables evalúan, escuchan las necesidades y reflexionan sobre las opciones que optimizan el uso del espacio en función de las preferencias de cada individuo para cada área de su propiedad u oficina.
En la actualidad, cada vez más personas reconocen la importancia de contar con un espacio atendido por especialistas que ofrezca una presentación cómoda y agradable para todos.
¿Cuál es la utilidad del Interiorismo y cuáles son sus objetivos?
Es una disciplina que combina arte y funcionalidad, enfocándose en crear entornos visualmente atractivos y funcionales que se adapten a las necesidades y deseos de quienes los habitan. Desde hogares hasta espacios comerciales, oficinas, hoteles y más, desempeña un papel crucial en la forma en que las personas interactúan con su entorno.
Por lo tanto, tiene una serie de objetivos clave que guían el proceso creativo y la implementación de proyectos, incluyendo:
- Funcionalidad: Optimizar el uso del espacio considerando la distribución de muebles, la circulación, el almacenamiento y la organización de elementos en el espacio.
- Estética: Utilizar principios de diseño como equilibrio, proporción, color, textura e iluminación para lograr una composición estéticamente agradable.
- Ergonomía: Garantizar que los espacios se adapten a las necesidades y comodidad de las personas, considerando aspectos como la altura de los muebles y la disposición de elementos.
- Mejora de la calidad de vida: Influenciar positivamente el estado de ánimo, bienestar emocional y salud general para fomentar la comodidad, funcionalidad y satisfacción de las personas en los espacios.
La importancia del Interiorismo.
Radica en su capacidad para considerar detenidamente aspectos como la distribución del espacio, la iluminación y otros elementos fundamentales, logrando un equilibrio entre funcionalidad y estética. Un entorno interior cuidadosamente diseñado puede generar calma, facilitar la interacción social y contribuir a una vida más satisfactoria en general.
Además, un diseño adecuado del espacio permite una mejor circulación, mayor capacidad de almacenamiento y una distribución eficiente de elementos, influyendo tanto en la funcionalidad como en la comodidad. Los espacios diseñados intencionalmente también reflejan la identidad y estilo de quienes los habitan, creando ambientes que se ajustan a preferencias estéticas y valores individuales. Esto proporciona una sensación de pertenencia y conexión emocional con el entorno, contribuyendo a una mayor satisfacción y felicidad en el espacio.
Comprender los principios básicos.
Es esencial al embarcarse en la creación de un ambiente interior. Identificar el estilo deseado y comprender conceptos como equilibrio, color, contraste y el uso de patrones son pasos cruciales para lograr un diseño exitoso.
Balance: Al decorar una habitación, implica prestar atención al peso visual del espacio, ya sea de manera simétrica o asimétrica. Crear un punto focal, usar una mezcla de texturas y combinar elementos grandes y pequeños son estrategias para lograr equilibrio visual.
Color: Otro elemento fundamental, requiere elegir una paleta que se adapte al espacio y sus características. Las paletas neutrales con toques de color son populares, ya que proporcionan flexibilidad para resaltar diferentes áreas con tonos vibrantes.
Contraste: Vital para evitar la monotonía visual, se logra al incluir elementos únicos que destaquen en la habitación. La combinación de elementos que se repiten con otros más llamativos mantiene el interés visual.
El interiorismo es va más allá de la mera estética, abarcando la optimización del espacio, la comodidad ergonómica y la mejora de la calidad de vida.
Su importancia radica en su capacidad para crear entornos que no solo son visualmente atractivos, sino también funcionales y adaptados a las necesidades y deseos de quienes los habitan.
Los estudiantes de Arquitectura de la UNINTER tienen la oportunidad de explorar una vertiente específica de la disciplina, la cual pueden elegir como especialización al graduarse: Arquitectura Interior.