Las caricaturas acidez de Trino Camacho

Para Trino Camacho la función de la caricatura es dar una visión ácida y divertida de las cosas que nos molestan. En ocasiones, un cartón dice más que un editorial escrito. Es más contundente. Más mordaz.

Y aunque lo suyo no son los cartones, en cada tira procura poner un poco de acidez para mostrar, a veces denunciar, situaciones que aquejan a los mexicanos: aquí en Guadalajara; allá en la capital, y prácticamente en cualquier ciudad del país.

“Realmente cuando me refiero a que no soy cartonista político es que yo no dibujo a los políticos. No hago caricaturas como Falcón, Naranjo, Helio Flores. Hablo de las situaciones que nos incumben todos los días, como las Fábulas de Policías y Ladrones, en donde hablo de la inseguridad, pero ahí entran también los políticos, porque la inseguridad también es una causa del mal manejo que hacen los políticos”.

Lo de él, es el humor. Y a veces, casi de salpicón, el monero pesca en sus dibujos algunos temas en los que confluye la polí¿tica.

Pero ahora lo que le toca es un asunto más familiar: las relaciones entre padres e hijos, el matrimonio, el ligue, la educación, los problemas de pareja, las terapias y el divorcio.

¡Viva la familia! …pero bien lejos, su libro más reciente, es un compendio de historias —muchas de ellas reales— en las que el humor no se escapa, como en la vida real, aunque a veces éste difícilmente se percibe.

Algunas (historias) le sucedieron a él con sus hijos o con su familia. Otras surgieron de charlas con sus amigos. Encontrar el humor resulta fácil, asegura. “Lo difícil es saberlo plasmar, que no sea un libro amargo”.

La idea de ¡Viva la familia! fue de Margarita, su mujer y mánager, quien —siendo psicóloga infantil— lo motivó a realizar un libro que versara sobre la educación de los jóvenes.

Sin embargo, el libro no es exactamente una guía juvenil, sino una exhibición de que se ven los adultos, cómo ven a los jóvenes e incluso, aunque el autor ya no sea tan joven, cómo ven éstos a los adultos. En suma, ¡Viva la familia! es un espejo en el que todos pueden verse.

El monero resalta que en este libro los lectores de distintas partes del mundo —no sólo los mexicanos— se pueden sentir identificados. Incluso a nivel internacional, ya que toca problemáticas comunes.

El Santos hablará en ruso

Tras la visita de El Santos vs. La Tetona Mendoza a París, al presentarse en el marco del Festival Annecy, celebrado en junio pasado, el monero cuenta divertido que los franceses confundieron al Peyote Asesino cn un brócoli.

En México a la película le fue bien, aunque quizá llegó muy pronto “para algunas mentes”, ya que muchos jóvenes que acudieron a las salas cinematográficas no conocían al Santos, tira cómica que comenzó a publicarse en los años noventa y que ha sido ampliamente publicada.

“Fue la película más pirateada de la historia de la animación. Ahora que está en la tele, todo el mundo la ha visto. Todo mundo la vio en otras plataformas. Se ha vendido más así que cuando estuvo en el cine, porque mucha gente no sabía de qué trataba”.

Y por si fueran poco estas satisfacciones (ir a Francia y ver la cinta en varias plataformas), Trino se congratula porque “van a hacer una versión en Rusia de La Tetona Mendoza y los rusos no subtitulan, ellos doblan. Entonces va a ser muy chistoso ver al Santos hablando en ruso; ojalá hagan una buena traducción de algún ruso que viva en México y entienda algunos de los chistes”.

El monero espera realizar la segunda parte, pues la piratería, “tristemente”, les sirvió a él y a José Ignacio Solórzano, Jis, para hacer más famosos a El Santos y a La Tetona Mendoza: “Si hacemos la segunda parte, es más fácil que la gente la conozca”.

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