Este 16 de noviembre se celebra el Día Internacional para la Tolerancia, fecha establecida por la para fomentar la paz y la reconciliación en todas las naciones.
De acuerdo a la UNESCO, la tolerancia es algo que debe aprenderse desde la infancia y que tienen que amparar los Estados, lo que contribuiría a un mundo más justo, sin violencia y sin discriminación.
La Declaración de Principios sobre la Tolerancia que adoptaron los países miembros de la UNESCO el 16 de noviembre de 1995, destacó esos aspectos y afirma, entre otras cosas, que la tolerancia reconoce los derechos humanos universales y la diversidad de los pueblos.
Un año después, la Asamblea General invitó a los Estados Miembros a que cada año, en esa misma fecha, se observara el Día Internacional para la Tolerancia con actividades dirigidas tanto a los centros de enseñanza como al público en general.
En el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005, los Jefes de Estado y de Gobierno reafirman su compromiso de fomentar el bienestar, la libertad y el progreso de los seres humanos en todas partes, así como de alentar la tolerancia, el respeto, el diálogo y la cooperación entre diferentes culturas, civilizaciones y pueblos.
La ONU afirma que la tolerancia es el respeto, la aceptación y el aprecio de la riqueza infinita de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la apertura de ideas, la comunicación y la libertad de conciencia.
La tolerancia es la armonía en la diferencia, no sólo es un deber moral, sino una obligación política.
La Organización de las Naciones Unidas considera que la tolerancia es la virtud que hace posible la paz y que contribuye a la sustitución de la cultura de guerra por la cultura de paz.