En cualquier mercado de artesanías de México podemos encontrar los tradicionales juguetes mexicanos, pero ¿hace cuánto no juegas con uno de ellos? Aprovechando la temporada, hicimos un recuento de los más divertidos y los que prometen horas de diversión tanto para niños como para adultos, ¿cuál de ellos es tu favorito?

Aunque el balero es uno de los juguetes más tradicionales de México, su origen es francés y algunas fuentes sugieren que data de finales del siglo XVI. Este desafiante juguete consta de una cuerda, que por un lado sujeta a un palo o mango alargado y por el otro un mazo en forma de barril (ambos elaborados de madera). El objetivo es hacer incrustar el mango o vara dentro del orificio del mazo cuantas veces sea posible. Se puede jugar a “cienes” o a puntos establecidos, según definan los participantes.

Este es un juego de prueba y error, pero también de paciencia; quienes se inician en este reto deberán practicar lo suficiente antes de dominar la maniobra sencilla y otras variantes.

Trompo:

Este es un juego de destreza que te hará pasar momentos muy divertidos y también desafiantes. El trompo es un juguete de madera –también los hay de plástico– que consiste en una peonza o pirinola y una cuerda o lazo.

Es uno de los más populares del mundo entero. Al igual que el trompo, es un juego de destreza y malabares. Este divertido juguete está conformado por un disco de madera o plástico con una ranura profunda en su perímetro, alrededor del cual se enrolla un cordón que le permite bajar y subir.

Lotería:

“¡Lotería!”. Se escucha decir al ganador de este juego de mesa, tan típico de nuestra infancia. La dinámica consiste en ir llenando con fichas el cartón asignado, el cual está conformado por diversas figuras, según vayan pregonando los nombres de dichas imágenes. Quien complete su cartón primero, gana.

Las canicas:

Las canicas son pequeñas bolitas de vidrio, barro o piedra que todos conocemos por su brillo y a veces, colorido. Las hay de distintos tipos, desde las tirito -de color monocromático- hasta las ágata -las canicas que tienen una pincelada de color dentro de sí mismas.

Hay muchas formas de jugar a las canicas y una de ellas es la del “hoyito”. Para esto, se traza una línea de salida y a una distancia considerable -3 o 5 metros- se hace un hoyito. Desde la línea de partida se tiran las canicas en contra de las demás. El ganador es quien logre meter su propia canica en el hoyito.