Uno de los más nobles, valiente, instruido en materia bélica, osado, prudente, animoso, sabio y amoroso; estas eran algunas características que se requerían para ser nombrado huey tlatoani, el máximo gobernante de México-Tenochtitlán.
Estas cualidades se encontraban en Cuauhtémoc, un joven de entre 18 y 25 años de edad que tenía experiencia en lo militar y que formaba parte de la realeza al ser hijo del tlatoani Ahuízotl.
Por ello, conforme a la tradición tenochca, fue investido en 1521 como huey tlatoani después de la muerte de Cuitláhuac y la caída de Moctezuma Xocoyotzin.
El talante de gobernador fue demostrado en diversas ocasiones y al tomar el poder su visión se centró en expulsar a los españoles e impedir que éstos se establecieran en los dominios del imperio mexica. Cuauhtémoc trabajó en fortalecer la ciudad y el ejército para cerrar líneas frente a los invasores.
No obstante, Hernán Cortés y sus hombres frenaron sus planes cuando, después de su histórica derrota conocida como la Noche triste, ayudados por los tlaxcaltecas iniciaron una afrenta que concluyó en la rendición del imperio mexica el 13 de agosto de 1521.
Esta fecha coincide con la captura de Cuauhtémoc, quien, al ser llevado al cuartel general de Cortés, le pide al conquistador ser asesinado con el puñal que lleva en el cinto, pues prefería morir a no cumplir con el objetivo de defender a su pueblo de la invasión y la ignominia.
Una vez preso fue cuestionado sobre el destino del oro que le fue arrebatado a los españoles durante la Noche triste, fecha en la que la escuadrilla tenía planeado huir de Tenochtitlán en canoas cargadas de tesoros saqueados.
Con el afán de obtener información del lugar donde se encontraba lo que es conocido como el Tesoro de Moctezuma, y como castigo a sus planes de rebelión, Cuauhtémoc fue sometido a suplicio. Al huey tlatoani le quemaron los pies para que confesara la ubicación del tesoro; sin embargo, cuenta la historia que con heroico valor soportó los maltratos y se negó a revelar información diciendo: “¿Estoy en algún deleite o baño?”
Esta tortura es conocida como el Tormento de Cuauhtémoc.
En los años posteriores Cuauhtémoc vivió como prisionero de Cortés y fue utilizado para sus fines políticos hasta que el español fue informado de los supuestos planes del huey tlatoani de iniciar una rebelión que estallaría con el asesinato del conquistador y culminaría con el destierro de los colonizadores.
La teoría conspirativa fue aceptada por Cortés, pues Cuauhtémoc aún representaba una figura importante y de autoridad entre el pueblo de México-Tenochtitlán. Por ello, Cortés, en medio de una expedición en Honduras, ordenó asesinar a Cuauhtémoc, quien fue ahorcado en un árbol de pochote el 28 de febrero de 1525.
El águila que descendió, significado de Cuauhtémoc, se convirtió en una figura heroica en nuestro país y su nombre en sinónimo de valentía. Cuauhtémoc, símbolo de serenidad, sacrificio y la lucha incansable.