Zaha Hadid

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¡Hola, hola, ingenios y arquitectónicos! Hoy les voy a contar algo que muy pocos saben sobre Zaha Hadid, la maga de las curvas imposibles. Resulta que detrás de esos edificios que parecen desafiar las leyes de la física, había una obsesión tan inesperada como fascinante: los aviones de combate. Sí, esos jets supersónicos que cortan el cielo como cuchillos.

Todo comenzó en su infancia en Bagdad. Zaha quedó hipnotizada por esas máquinas que parecían d futuro. “No era solo su velocidad”, confesó años después, “era cómo desaparecían en el horizonte, como si las leyes de la gravedad no aplicaran para ellos”.

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Moove / Zaha Hadid, vida y obra de la arquitecta que lo cambió todo

Esa fascinación está presente en cada uno de sus diseños, aunque casi nadie lo notó. El Heydar Aliyev Center en Azerbaiyán no es solo una ola de hormigón: es el momento exacto en que un avión rompe la barrera del sonido, capturado en arquitectura. Si miras bien, hasta parece estar a punto de despegar. Y el Pabellón Puente de Zaragoza, esa estructura que cruza el río como un rayo plateado, es básicamente un ala de titanio gigante, diseñada con la misma precisión que un caza stealth.

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Tour IES / Heydar Aliyev Center

Lo más curioso es cómo logró esconder su obsesión a plena vista. Sus edificios no son copias literales de aviones, sino la esencia misma de la aerodinámica convertida en espacio habitable. Usaba fibra de carbono como si estuviera diseñando una cabina de piloto, y sus famosas curvas no eran caprichosas: seguían el mismo flujo turbulento que deja un jet al cruzar las nubes.

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Sistema de fachadas / Pabellón Puente Zaragoza y su piel de Fibroconcreto

El proyecto que casi la delata fue una estación de trenes en Arabia Saudita. Los bocetos iniciales mostraban claramente la silueta de un avión, pero al final lo transformó en una serpiente de acero. “No quería que fuera obvio”, le dijo a su equipo. Quería que la gente sintiera la velocidad, no que la viera.

Y así, sin que casi nadie lo notara, Zaha Hadid pasó de admirar aviones a diseñar edificios que volaban sin despegar. Si alguna vez te preguntaste por qué sus creaciones te hacen sentir que estás en el futuro, ahora lo sabes: porque están hechas con el alma salvaje de un jet de combate.

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Archdaily / Estación de Metro del Distrito Financiero Rey Abdullah / Zaha Hadid Architects

Si después de leer esto ven un edificio de Zaha Hadid y sienten que podría despegar en cualquier momento, ahora saben por qué. La próxima vez que admiren una de sus curvas imposibles, recuerden: detrás de cada línea audaz hay un poco de turbina, un suspiro de velocidad y el rugido secreto de un motor a reacción.

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