“Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha”.
Víctor Hugo
La naturaleza tiene la capacidad de manifestar en un sinfín de formas, colores y olores, mostrando la belleza que nos comparte a los seres humanos, sin embargo, hoy en día es raro que se dediquen unas horas para contemplar tanta majestuosidad que hemos ido agotando.
A pesar de esto, existen personas que destinan días a contemplar el esplendor y sublimidad del cosmos , como es el caso de los japoneses que han creado una tradición llamada Hanami, ésta consiste en observar la belleza de las flores , que está íntimamente asociada a una de las épocas en la que florecen los cerezos. La tradición comienza de finales de marzo a principios de abril, en la cual miles de japoneses de sur a norte acuden e invaden parques y jardines para observar estos bellos árboles que además de ser sumamente hermosos se han convertido en un símbolo de su país.
En esta celebración, además de contemplar los árboles, se realiza un picnic, con la familia o con la empresa (es habitual ver a empleados de empresas guardando los mejores sitios debajo de los cerezos con días de antelación). Y la tradición no se detiene con la partida del sol, el Hanami continua en la noche y es llamado yozakura que significa cerezos de noche.
Esta tradición nos muestra que aún siguen existiendo países que dan pie a seguir respetando y admirando los dones que la naturaleza nos da, generando esa mentalidad por generaciones, un digno ejemplo de amor por la naturaleza.