Regresa la Filarmónica de Viena a los escenarios

La Filarmónica de Viena regresó a su casa y sus famosas cuerdas sonaron por primera vez desde el 10 de marzo.

Su Musikverein de 2.854 butacas, considerada por muchos la sala de conciertos más bella del mundo, recibió sólo a 100 asistentes el viernes para el primero de tres días de programas con Daniel Barenboim. Debido al limitado número de entradas, los boletos fueron distribuidos entre familiares, amigos y donantes para estas funciones especiales desde que la pandemia puso en pausa la temporada.

Durante este alto de tres meses, los músicos de la orquesta buscaron maneras para ocupar su tiempo. El contrabajista Michael Bladerer recordó sus charlas con Daniel Froschauer, primer violinista.

“Caminábamos todos los días por una hora simplemente para hablar del tema”, dijo Bladerer, quien también es el director general de la orquesta, en una entrevista telefónica.

“Incluso si no nos permiten dar un concierto, queremos hacer algunas grabaciones o simplemente tocar para nosotros porque estamos muy convencidos de que necesitamos tocar como orquesta”, agregó Froschauer, quien es el presidente de la orquesta. “Los mejores equipos de fútbol como el Real Madrid tienen que jugar juntos”.

La experiencia fue emotiva. Wolfgang Schüssel, canciller de Austria del 2000 al 2007, estuvo en la presentación del viernes.

“Fue diferente a lo que estamos acostumbrados con el público completo”, dijo Bladerer. “Claro que hubo un poco más de reverberación”.

En la música clásica, las filarmónicas de Viena y Berlín son consideradas de las mejores del mundo, capaces de cumplir con las exigencias de los directores más renombrados y solistas destacados. Largamente criticada por su negativa para admitir mujeres, la Filarmónica de Viena terminó con esta política en 1997 y hoy 18 de sus 145 integrantes son mujeres.

Mientras muchos músicos, o la mayoría, fueron despedidos de las orquestas estadounidenses debido a las medidas administrativas desesperadas para reducir la nómina durante la crisis por el coronavirus, la Filarmónica de Viena logró sobrevivir mejor el paro. La orquesta es un colectivo autónomo, sus miembros tienen funciones múltiples y son seleccionados de la orquesta de la Ópera Estatal de Viena, donde reciben 80% de su salarios bajo programas gubernamentales.