Para Eduardo Subirats, José Clemente Orozco representa el ejemplo de lo que es un artista. Afirma que el pintor jalisciense fue un intelectual clarividente, un hombre que expresó sus ideas sin miedos. Al que no le importó si su quehacer molestaba a los demás, y cuya obra sigue vigente, pues en ella se reconoce una realidad profunda de México y del mundo.
Este sábado (hoy), a las 10:30, Subirats, acompañado del poeta Ernesto Lumbreras, encabezará un recorrido guiado por los murales de José Clemente Orozco. La actividad forma parte de las actividades del Foro Nacional Violencia y Arte, que concluirá mañana, aunque del 7 al 11, como parte de las actividades, se realizará un seminario con Germán Venegas.
En la Capilla Mayor del Cabañas están 57 frescos del muralista mexicano, mismos que fueron realizados de 1938 a 1939, de acuerdo con información obtenida del sitio de internet del instituto. Además, el Cabañas es el depositario de la mayor colección de obra en soporte de papel del jalisciense, fallecido en 1949.
“Yo sugerí que se hiciera, en este contexto del Foro Nacional Violencia y Arte, un homenaje a Orozco, porque es un paradigma de artista. Fue un intelectual clarividente. Un hombre que no tuvo miedo de expresar las cosas tal como él las veía”, advierte Subirats.
El español explica que los murales de Orozco, uno de los artistas plásticos mexicanos más importantes y representativos del siglo XX, se aglutinan en una composición que se divide en dos partes:
“En el techo, en las bóvedas, se narra a la madre de la violencia del poder en América Latina. Es Hernán Cortés asesinando a un indio que está de bruces a sus pies. Un misionero clavando la cruz en un indio exánime que también está a sus pies; y el caballo del gachupín conquistador que representa la mitad como caballo, y la otra mitad como máquina de guerra moderna. Y abajo, están las estampas, las visiones de la organización totalitaria de la sociedad en el mundo contemporáneo: líderes corruptos, masas militarizadas, campos de concentración. Más claro, agua”.
El ensayista destaca que Orozco es el poeta de la violencia destructiva de la civilización moderna, y enfatiza que la obra que dejó en el antiguo Hospicio Cabañas (hoy Instituto Cultural, y Patrimonio de la Humanidad) merece ser reconocida a nivel internacional, y no sólo a escala nacional.
TOMA NOTA
Asiste
Foro Nacional de Violencia y Arte
Recorrido por los murales de Orozco, guiados por Ernesto Lumbreras y Eduardo Subirats / Instituto Cultural Cabañas / 10:30 horas.
Conferencia magistral de Eduardo Subirats / Foro del Laboratorio de Arte Variedades (Larva) / 19:00 horas