Convaleciente de operación quirúrgica y enfermedad, con enfermera atenta a auxiliarlo, el escritor Fernando del Paso, recibió este jueves al mediodía el doctor Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y dijo que “como doctor estoy decidido a curar los pendientes de la literatura y la historia”.
Pero advirtió que esa labor la realizará junto con los jóvenes “que son los únicos que pueden crear una sociedad más justa y equilibrada” a través de un discurso que leyó uno de sus condiscípulos, Ángel Ortuño, en un paraninfo de la UdeG repleto que soportó la larga intervención de casi una hora.
Del Paso Morante al final del acto sólo alcanzó a dar las gracias a la UdeG, con su voz cansada, siempre sentado en su silla de ruedas. En su discurso recordó la larga amistad con los escritores Juan Rulfo y Juan José Arreola, además del encuentro y desencuentro con el poeta y premio nóbel, Octavio Paz.
Advirtió que “siempre he vivido para la literatura, pero de ninguna manera he vivido de la literatura” pero aún así anunció que iniciará un extenso libro sobre las letras hispanoamericanas.
Insistió en la polémica con Paz de quien aclaró que no fue tan de extrema derecha como se le consideraba y que nunca asistió a la biblioteca que lleva el nombre del poeta aquí en Guadalajara y de la cual es director, porque el día que se abrió, canceló su asistencia porque sabía que asistiría Fidel Castro y no quería encontrárselo porque “entonces ya estaba desencantado del comunismo”.
Aceptó su fracaso en la carrera de ciencias económicas que inició en la UNAM, que reafirmó su alejamiento cuando se confirmó como un buen agente de publicidad donde ganó mucho dinero, que luego dejó por la literatura, y escribir sus primeras novelas para luego irse a Europa, por más de 20 años sin olvidarse de sus amigos Rulfo y Arreola.
El rector general de la UdeG, Tonatiuh Bravo justificó la entrega del doctorado a Del Paso con un largo discurso, lleno de citas de escritores y ensayistas sobre la obra del homenajeado y precisó que “la escritura de Fernando del Paso es la mirada del carnaval que en un abrir y cerrar de ojos capta formas, colores, situaciones, movimiento, pasado y presente en un todo que recrea las partes, les otorga singularidad y, a la vez, identidad”.
Y remató que “si hay una palabra con la cual definir a Fernando del Paso y a su trabajo está es la de polifacético”, como lo describió el escritor Miguel León Portilla. Y precisó: “Cada texto remite a juegos de palabras, a la obsesión por los matices, a la búsqueda del vocablo exacto y, sobre todo, a un fino humor intercalado entre párrafos que vivifica la lectura”.