El Museo Hospicio Cabañas debe su nombre al obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo. Llegó a México en 1796 y tuvo como propósito la construcción de un albergue para niños huérfanos, ancianos y desamparados.
El obispo Cabañas solicitó al arquitecto valenciano Manuel Tolsá el diseño de este importante proyecto. Tolsá encargó la ejecución de la obra a su alumno José Gutiérrez.
Por su arquitectura de estilo neoclásico, el Hospicio Cabañas es uno de los edificios más significativos y emblemáticos de Jalisco y México. En él se han registrado los sucesos políticos y sociales más importantes de los siglos XIX y XX.
Cuenta con una planta simétrica, dividido por la cruz de su Capilla Mayor. Su fachada se distingue por un frontón liso sostenido por seis columnas dóricas.
La cúpula de la Capilla Mayor es sostenida por dos círculos concéntricos de columnas dóricas y jónicas. El interior cuenta con 23 patios de distintos tamaños bordeados por largos y frescos pasillos, cubiertos y delimitados por arcos y pilares de estilo toscano.
Al fondo del edificio se encuentra una segunda capilla más sobria que la primera. Fue utilizada como comedor y llamada “Tolsá” en honor al arquitecto.
Su belleza arquitectónica el edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.
Actualmente el Museo Cabañas continúa mostrando los murales de Orozco en Capilla Mayor, además de programar exposiciones de arte moderno y contemporáneo.
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