Gaslighting

Gaslighting es un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Esto hace que la persona se sienta ansiosa, confundida o incluso depresiva.

Este término tiene su origen en una obra de teatro del mismo nombre en el año 1938 y la posterior película estadounidense en 1944. En ellas, un hombre manipula objetos de su casa y recuerdos para hacer creer a su mujer que está loca y quedarse con su fortuna. Ahora, este vocablo ha llegado a nuestro día a día para identificar a personas tóxicas.

El gaslighting, también llamado luz de gas, es una forma de abuso psicológico que consiste en manipular la percepción de la realidad del otro.

para luego poder diferenciar las tres etapas que podrían darse: idealización, devaluación y descarte.

Una psicóloga clínica, explica que la persona que abusa psicológicamente manipula consciente o inconscientemente a su víctima para que dude de su propio criterio.

Estas persona, a través de estrategias como negar algo que ocurrió, siembra la duda en la víctima, que ya no sabe qué creer y esto le aporta ansiedad, angustia, confusión, etc.

¿Cómo salir de aquí?

Lo primero que debemos hacer es detectar las señales anteriormente citadas y reconocer que tenemos un problema, anima a que se empiece a comunicar con libertad, decir lo que se piensa y no sentirse culpable por ello.

Nadie puede decirte qué emociones debes tener ante ciertas situaciones.