Durante años, mucho se ha hablado sobre la llamada “relación especial” entre Reino Unido y Estados Unidos
Los dos países son históricos aliados y comparten valores, historia e idioma. Ambos derramaron mucha sangre y dinero juntos en defensa de la libertad. Las playas de Normandía dan testimonio de ello.
Pero ambos países también discutieron en ocasiones, sobre todo por la invasión de Suez y la Guerra de Vietnam. A los escolares estadounidenses se les recuerda que fueron los británicos quienes incendiaron la Casa Blanca en 1814.
Por lo tanto, hablar de vínculos especiales o divisiones irreparables entre Londres y Washington siempre debe tratarse con algo de contexto o, incluso, con escepticismo. Así debería hacerse con las tensiones actuales entre los dos países.
La muerte de Harry Dunn
Las diferencias actuales entre estos países son muchas y variadas. Una de ellas no tan conocida a nivel internacional es la confrontación por la muerte el año pasado de Harry Dunn, un joven británico de 19 años.
EE.UU. rechazó formalmente extraditar a Reino Unido de Anne Sacoolas, la esposa de un oficial de inteligencia estadounidense acusada de causar la muerte de Harry en un accidente automovilístico.
Los británicos dicen que su inmunidad diplomática debe ser retirada para que se pueda hacer justicia. Pero Washington argumenta que eso debilitaría la protección dada a los diplomáticos estadounidenses en otras partes del mundo.
Impuesto digital y Huawei
Reino Unido y EE.UU. están también en desacuerdo sobre los planes de Europa para imponer un impuesto de servicios digitales del 2% a las grandes empresas de tecnología, la mayoría de las cuales son estadounidenses.
Londres cree que compañías como Google y Facebook deberían pagar impuestos por los beneficios que generan en Reino Unido. Pero EE.UU. considera que eso sería una tasa arbitraria y amenazó con una medida recíproco sobre las ventas de automóviles británicos.
EE.UU. también advirtió que un acuerdo comercial con los británicos después del Brexit podría ser más difícil de alcanzar si se aplicara un impuesto digital. Y no nos olvidemos de Huawei.
Londres decidió que el gigante tecnológico chino participe “de forma limitada” y sin proporcionar “partes sensibles” en la creación de su infraestructura 5G.
Los británicos dicen que sin la ayuda de Huawei, la introducción de una nueva banda ancha súper rápida se retrasaría y la economía de Reino Unido se vería dañada.
EE.UU. advierte que la empresa representa una amenaza para la seguridad debido a sus estrechos vínculos con el Estado chino. De nuevo, los estadounidenses han lanzado una amenaza, esta vez para retener la inteligencia de sus aliados británicos.
Irán y el futuro
Y luego está Irán. Reino Unido, junto a sus aliados europeos, está luchando por mantener el acuerdo nuclear iraní
Creen que, incluso en su situación tan debilitada, vale la pena proteger el acuerdo: los inspectores de Naciones Unidas aún pueden verificar qué capacidades nucleares tiene Teherán y el acuerdo todavía proporciona un foro para el diálogo tan necesario con la República Islámica.
Washington considera que el acuerdo simplemente le da a Teherán la libertad económica para proyectar el terror en todo Medio Oriente. Por otro lado, EE.UU. no informó a Reino Unido sobre su ataque aéreo sobre Irak en el que murió el general iraní, Qasem Soleimani.
Por si eso no fuera suficiente, el secretario británico de Defensa, Ben Wallace, sugirió en una reciente entrevista al The Sunday Times que Reino Unido debería estar preparado para combatir en guerras sin EE.UU.
“Las suposiciones del 2010 de que siempre íbamos a ser parte de la coalición de EE.UU. no son el lugar a donde nos dirigimos”, dijo. Desde cualquier punto de vista, esto es algo extraordinario de escuchar en boca de un ministro de Defensa de Reino Unido.
En resumen, este es el estado actual de las relaciones entre Reino Unido y EE.UU.: una acalorada disputa diplomática, las perspectivas de una guerra comercial, una extraordinaria amenaza para retener la inteligencia y un fundamental desacuerdo sobre uno de los principales problemas de política exterior que enfrenta el mundo.
¿Cuáles son los motivos de esta tensión?
1. Reino Unido está tratando claramente de tener un enfoque más independiente hacia sus relaciones exteriores, no solo con EE.UU. El actual gobierno conservador fue recientemente elegido y cuenta con una saludable mayoría parlamentaria. Tiene el respaldo para tener más confianza en el escenario internacional.
2. Reino Unido está en proceso de lograr su política exterior prioritaria, el Brexit, y está ansioso por proyectarse a sí mismo en todo el mundo. La frase “Reino Unido global” se está escuchando una vez más en los pasillos de gobierno, que no solo quiere contrarrestar la idea de que retirarse de la Unión Europea (UE) es de alguna manera retirarse del mundo; sino que también parece querer reestructurar su papel predeterminado como un puente transatlántico.
3. Tras varios años, Reino Unido está tratando de reparar sus relaciones con la UE y establecer una nueva asociación posterior al Brexit, particularmente en materia de política exterior. Los diplomáticos de Reino Unido desean continuar cooperando con Francia y Alemania a través de las llamadas estructuras E3 que se utilizan en este momento para discutir sobre Irán.
4. Puede existir la idea de que lo único que Donald Trump reconoce es el poder y que respetará a un líder que defienda los intereses nacionales de su país. Los responsables políticos de todo el mundo están empezando a darse cuenta de que no todas las amenazas del presidente se llevan a cabo. ¿Retendrá EE.UU. realmente la inteligencia de uno de sus aliados en la alianza de los Cinco Ojos?
5. Las diferencias pueden ser exageradas. Sobre Irán, el primer ministro británico, Boris Johnson, dejó claro que está interesado en buscar una alternativa al acuerdo nuclear que también cubra el programa de misiles del país y las agresiones de la región, lo que él llama un “acuerdo de Trump”. Las observaciones del secretario de Defensa sobre la necesidad de que Reino Unido contempla una acción militar sin EE.UU. deben verse en el contexto de su batalla por los presupuestos de defensa en la próxima ronda de gastos del gobierno.
6. La ira estadounidense por el tema del impuesto digital es real. Pero cualquier acuerdo comercial posterior al Brexit con EE.UU. siempre iba a ser difícil. Un diplomático estadounidense dijo que no cree que en el gobierno británico sean conscientes de lo difícil que va a ser. Cualquier disputa sobre los impuestos digitales no va a cambiar eso.
7. En cuanto a Huawei, Reino Unido está tratando de forjar su propio camino hacia China. En el gobierno británico a menudo dicen que algunos aliados europeos se acercan demasiado a Pekín, mientras que EE.UU. es demasiado antagónico.
Las autoridades insisten en que no hay un intento deliberado por parte de Reino Unido por entablar una pelea con EE.UU. por todos estos temas. Aseguran que esto es simplemente una muestra de que Reino Unido está adoptando un enfoque más objetivo para diferentes problemas políticos, como una nación independiente que toma decisiones más independientes.