Juan Francisco Lechuga, es un colaborador en el ahora restaurante La Casona, sitio en el que tiene más de 29 años trabajando y desde donde nos relató haber sido víctima de las travesuras de un niño que se aparece ahí, justo en el segundo piso.
Relatos de Juan Francisco Lechuga
“Tengo trabajando aquí desde 1988, cuando este inmueble fungía como museo gratuito y cualquier persona podía entrar. En aquel tiempo el señor Eloy Vallina García estaba a cargo de la administración y en efecto, me ha tocado ver que aquí se aparecía un niño como de cinco a siete años de edad”.
Según comenta, el niño hace mucho tiempo que ya no se ve por el lugar, pero años atrás casi todos los días al atardecer se asomaba por los barrotes que se encuentran en la segunda planta. “Los días en los que más se le apreciaba era cuando estaba nublado”.
El encargado de la vigilancia del restaurante platicó que el niño corre por los pasillos de todo el segundo piso, incluso también relató que algunos clientes frecuentes han logrado verlo quedándose atónitos o se puede ver que muestran una reacción de asombro.
Historia de La Casona
La Casona data de 1888, cuando don Luis Terrazas la mandó construir para vivir ahí en compañía de su esposa y sus 12 hijos, pero antes de mudarse, una de las leyendas cuenta que uno de sus hijos perdió la vida al dispararse accidentalmente con un arma.
Aunque el fatal accidente ocurrió en otro lugar, se dice que al momento de la mudanza, el espíritu del hijo del Don Luis Terrazas también se cambió a lo que ahora es el elegante restaurante, ubicado sobre la avenida Ocampo y esquina con calle Aldama, en la colonia centro de la capital.
Se dice que antes de que fuera propiedad de los Terrazas, La Casona era un convento de monjas, y a la par era una escuela religiosa para señoritas, por ello la casa se ha asociado con espíritus angelicales que deambulan por las noches.
También existe la leyenda de que esta casa no sólo fue convento, pues aseguran que también fue un burdel, y por esta situación se dice que también vagan en por los pasillos varias almas.
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