La reforma laboral en México 2023 es una de las reformas más importantes de los últimos años. Entre los cambios que propone se encuentra la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.
Esta medida ha generado un debate en el país, con opiniones a favor y en contra. Algunos expertos creen que la reducción de la jornada laboral podría beneficiar a los trabajadores, mejorando su productividad y su satisfacción laboral. Otros, sin embargo, creen que podría tener un impacto negativo en la economía, reduciendo la competitividad de las empresas mexicanas.
En este blog, analizaremos los cambios que implica la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, así como su potencial impacto en la economía mexicana.
¿Cuáles son los cambios de la reforma laboral?
La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales implica los siguientes cambios:
- La jornada laboral máxima semanal pasará de 48 a 40 horas.
- Los trabajadores tendrán derecho a dos días de descanso por cada cinco días de trabajo.
- La jornada laboral nocturna se reducirá de 7 a 6 horas.
¿En qué nos beneficia esta reforma?
- Mejora la salud y el bienestar de los trabajadores: Una jornada laboral más corta reduce el estrés y la fatiga, lo que puede tener un impacto positivo en la salud física y mental de los trabajadores.
- Aumenta el tiempo libre: Una jornada laboral más corta da a los trabajadores más tiempo libre para pasar con sus familias, amigos y en actividades de su interés.
- Favorece el equilibrio entre la vida laboral y personal: Una jornada laboral más corta puede ayudar a los trabajadores a equilibrar sus responsabilidades laborales con sus responsabilidades personales.
¿Se perderá productividad si se trabaja menos días a la semana?
La respuesta corta es NO, pero aquí te lo explicamos con más detalle:
El promedio de horas trabajadas en México al año es de 2,226 horas y aún así teniendo tantas horas de productividad es uno de los países con menos productividad con relación a las horas trabajadas. Esto es algo que no se ve en países más desarrollados como es el caso de Luxemburgo, donde únicamente trabajan 1,512 horas y tienen el PIB per cápita más alto del mundo. Además es importante recalcar que los primeros lugares de la tabla tienen jornadas semanales menores a 32 horas, mientras que en México puede llegar a 48 horas en muchos otros casos incluso más.
Un estudio de la Universidad de Oxford encontró que los empleados que trabajaban 35 horas a la semana eran más productivos que los que trabajaban 40 horas a la semana. Otro estudio, realizado por la Universidad de Warwick, encontró que una reducción de la jornada laboral de 40 a 35 horas a la semana podría aumentar la productividad de los trabajadores en un 10%.
Fuente: Work Meter, Coparmex, La Información, elaboración: propia.
Fuente: Work Meter, Coparmex, La Información, elaboración: propia.
Como se puede observar en las gráficas, realmente hay una diferencia significativa entre lo que se produce en este tipo de países más desarrollados a lo que se produce en México.
También sabemos que los países más desarrollados suelen tener mejores oportunidades laborales, niveles de corrupción más bajos, mejores salarios y en general muchas otras cosas que nuestro país carece, pero si estamos encaminados a querer mejorar nuestras oportunidades laborales, nuestros salarios, la economía y por ende, a México, entonces tendremos que dar un paso adelante y actuar como lo hacen este tipo de países más desarrollados.
Entonces, México sigue analizado la propuesta pero, ¿cuándo habría una respuesta?
La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales podría mejorar la productividad de los trabajadores mexicanos de distintas maneras. El debate continúa, y lo que sabemos hasta el momento de la nueva reforma es que el día 13 de noviembre del año en curso se llevará acabo una segunda mesa de diálogo como la que tuvo lugar el 6 de noviembre, pero esta vez para analizar los estándares de producción en México.
El día 21 de noviembre es cuando se presentarán las conclusiones obtenidas de los análisis de las 2 mesas de diálogo anteriores, para que al final pueda pasar a votación. Todo este proceso podrá durar algunos meses, donde se espera que la reforma a la jornada laboral pueda entrar en vigor a finales de año o incluso a inicios del 2024.
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