La delegación mexicana suma cuatro preseas de bronce y siete cuartos lugares en un ciclo olímpico lastrado por la administración del deporte y la incertidumbre por la pandemia. Los Juegos de Tokio 2020 fueron los de la transición para México.
La ambición de la delegación mexicana era alta por parte de los dirigentes del deporte, pero para la mayoría de los atletas se trataba de su primera vez en una justa olímpica.
El resultado final fueron cuatro medallas de bronce y siete cuartos lugares. El añejo desorden administrativo de las federaciones deportivas y los bajos recursos hacia el deporte y la pandemia golpearon a una representación mexicana que de las heridas sacó el orgullo.
La de Tokio 2020 está lejos de ser la peor actuación de México. En París 1900, Roma 1960, Tokio 1964 y Atlanta 1996 solo se cosechó una medalla de bronce.
Los problemas estructurales del deporte en México pasan primero por la cabeza. En México no existe una Secretaría del Deporte, como sí lo existe en las grandes potencias como China o Reino Unido. La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) depende de la Secretaría de Educación. El deporte no es una prioridad de Estado.