Se trata de el tema monstruoso de Britney. Hoy ella ha declarado ante el juzgado, pero es un tema que viene de largo. Lleva 13 años sin su propia custodia.
La tutela de Britney (en inglés, conservatorship) empieza en 2008, tras una mala racha de Britney (época Blackout). Aprovecharon su mala imagen (recordad: cabeza rapada, los MTV de Gimme More) para decir, básicamente, que estaba loca. En vez de ayudarla, la despojan de derechos.
La tutela significa que ella no puede hacer nada: salir y entrar de casa, disponer de su dinero o votar. Por supuesto, no toma ninguna decisión sobre su carrera. Pero, sobre todo, la han chantajeado quitándole la custodia de sus hijos y no dejando que los vea.
Inicialmente, iba a durar hasta que acabase el tour de ‘Circus’ en 2009, pero LiveNation estaba interesada en otro tour y se mantuvo la tutela hasta hacerse permanente. Es decir, ella lleva 13 años sin tomar una sola decisión de su vida y su carrera. Literalmente presa.
La versión de los tutores era que ella no estaba en sus capacidades mentales para vivir de forma autónoma. Sin embargo, durante el tiempo de la tutela no la han dejado parar: 4 discos, 3 giras mundiales, residencia en Las Vegas de 4 años, jurado de X Factor, perfumes…
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