“Australia en llamas”. Seguramente ésta sea la primera vez en nuestras vidas que vemos arder, incesantemente, durante meses, el mismo rincón del planeta. El sureste australiano está siendo azotado por las llamas desde el pasado mes de octubre. Se trata de una catástrofe sin precedentes que puede extenderse a otras partes del mundo.

Los bosques arden. Es algo natural y generalmente positivo puesto que los incendios llevan en nuestro planeta 400 millones de años, tanto tiempo como las plantas terrestres. Muchas plantas y animales dependen de los incendios para su ciclo vital. El problema se produce cuando los incendios ocurren fuera del régimen histórico al que los bosques están acostumbrados.

El cambio climático como causa

¿Y por qué se están produciendo ahora estos incendios sin precedentes? Los bosques de Nueva Gales del Sur, almacenan la suficiente biomasa, o combustible, como para crear incendios de gran envergadura. Sin embargo, estos incendios son raros porque, generalmente, la vegetación no está lo suficientemente seca como para que se puedan producir. Pero este año hemos vivido nuevos récords de sequía, así como de temperatura (que es particularmente importante para secar la hojarasca en la superficie del bosque), lo que ha transformado estos bosques en altamente inflamables.

Los problemas para salud pública

Los incendios forestales importantes también crean problemas relevantes para la salud, y pueden incluso desembocar en muertes neonatales, así como en adultos problemas cardiorespiratorios. Anualmente fallecen unas 339.000 personas por inhalación de humos derivados de los incendios en todo el planeta. Cabe esperar que, en ciudades como Canberra, la capital del país, nos encontremos con aumentos importantes en los ingresos hospitalarios por este problema, ya que esta ciudad ha pasado a encabezar el ranking de las ciudades más contaminadas del mundo.

¿Qué consecuencias económicas tienen los incendios en Australia?

• El fuego sigue haciendo estragos en Australia. Los incendios aún no están bajo control, pero ya empiezan a aparecer estimaciones del costo económico de este desastre ambiental.

Ver su casa o su región devoradas por las llamas es un espectáculo que anula cualquier deseo de invertir o simplemente de consumir. Debido a este probable colapso del consumo, los analistas más pesimistas predicen una inminente entrada en recesión para Australia, un país donde el crecimiento ha sido permanente desde hace más de 28 años.

Esta época del año suele ser el punto álgido de la temporada turística, el momento en el que los locales también toman sus vacaciones. Pero muchas personas están abandonando sus planes por miedo al fuego o por falta de deseo. Por lo tanto, el turismo, con una facturación anual de más de 60.000 millones de euros, es el primer sector afectado.

La agricultura también está sufriendo, e incluso las actividades de servicios en las ciudades. El humo y las cenizas en la atmósfera impiden que algunas personas trabajen y provocan bajas por enfermedad. Los incendios tienen un efecto negativo en la productividad de toda la costa este de Australia, donde se concentran los incendios.

El gobierno ha anunciado la provisión de un fondo de 2.000 millones de dólares australianos para la reconstrucción, es decir, 1.250 millones de euros. Pero ya se sabe que esto no será suficiente.

Hace diez años se quemaron 450.000 hectáreas en el estado de Victoria, en el extremo sur del continente, y esto costó 2.700 millones de euros. Este año la zona devastada es 14 veces mayor y es probable que esta cifra aumente aún más en las próximas semanas, por lo que se espera una factura mucho más alta.

El gobierno de Scott Morrison, que cuenta con un superávit presupuestario este año; el primero en 12 años, probablemente pondrá estos 3.000 millones de euros de excedente en este vasto proyecto de reconstrucción. El primer ministro conservador, que ha sido duramente criticado por su gestión de los incendios, también está siendo cuestionado hoy por su política liberal. Según sus críticos, la reducción de los impuestos y del gasto público ha sido a expensas de la seguridad y el medio ambiente.

¿Tiene la economía australiana suficientes recursos para superar este desastre?

En términos contables, se supone que sí. Es uno de los países más ricos del club de la OCDE. ¿Pero por cuánto tiempo? Según un documento de los representantes de la comunidad empresarial australiana publicado hace dos años, el coste de los desastres naturales podría alcanzar más de 24.000 millones de euros al año de aquí a 2050.

Teniendo esto en cuenta, la pregunta es si Australia podrá continuar como antes, explotando carbón y metales exportados principalmente a China. El presidente Scott Morrison llegó al poder por una crisis de gobierno provocada por la política medioambiental, ya que la mayoría rechazaba el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que su predecesor quería consagrar en la ley.

Los efectos de los incendios sobre la economía serán igualmente nocivos y se trasladarán a prácticamente todos los sectores productivos. Durante los incendios, el transporte se ve interrumpido y se reduce el consumo, por lo que muchos sectores se ven alterados. Se estima que, con los incendios actuales, el PIB de Sidney disminuya hasta 50 millones al día, lo que equivale al 4% del PIB de la ciudad.

Los efectos hacia la biodiversidad

A nivel ecológico, cabe esperar que los marsupiales arbóreos sean quienes se lleven la peor parte. Especies como los emblemáticos koalas, o los planeadores, no pueden escapar de las llamas por lo que son particularmente vulnerables. Desconocemos hasta qué punto la vegetación se recuperará tras el incendio.

Sin embargo, la sequía extensa que ha precedido a los incendios puede haber agotado las reservas necesarias para rebrotar. Asimismo, la regeneración por semilla puede verse afectada, ya que la intensidad de los megaincendios ha eliminado los árboles madre (aquellos árboles que sobreviven al incendio y que aportan semillas tras el paso de las llamas).