“El movimiento también servirá para concientizar a los hombres sobre la importancia de las mujeres en México”.

Maestras, abogadas, secretarias, personal de limpieza, periodistas, empresarias, doctoras, chefs; y un sinfín de actividades que las mujeres desempeñan en México, representa 40% de la fuerza laboral; por lo que en caso de concretarse el paro nacional “un día sin nosotras”, tendría un fuerte impacto económico en el país.

En México viven cerca de 125 millones de personas, de las cuales, 51.8% son mujeres y 48.2% son hombres; de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid).

La causa de esa iniciativa, a celebrarse el próximo 9 de marzo, se debe al aumento de feminicidios en México; pues según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) cada día asesinan a 10 mujeres por agresiones intencionales.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública documentó que en 2019 se registraron 1,010 feminicidios y en enero de 2020 la cifra fue de 73 feminicidios.

De acuerdo con el periódico El Universal; el paro podría tener una participación de 22 millones 36 mil mexicanas; quienes se desempeñan en alguna rama de la economía y representa 40% de la fuerza laboral, según datos del Inegi.

Además, todas ellas aportan alrededor de 37,000 millones de pesos a la riqueza del país. El especialista en temas laborales, Manuel Fuentes y doctor en derecho destacó lo que provocaría la movilización y el valor que tienen las mujeres.

“Esto tendría un impacto importante para el país y sería un movimiento trascendental para que se empiece a reconocer el valor de las mujeres en México”, dijo.

En tanto, Arleth Leal, experta en temas laborales recalcó que las empresas también han dado a conocer que apoyan el proyecto; lo que podría incrementar el impacto que tenga en la sociedad.

“Lo más importante es que las compañías se sumen al paro y están consintiendo que las mujeres no vayan a trabajar y por ese motivo el impacto será mayor”, recalcó.

Este evento lleva el lema de “¡el nueve ninguna se mueve! y va a dirigido a todas las ciudadanas; “ni una mujer en las calles, ni una mujer en los trabajos, ni una niña en las escuelas, ni una joven en las universidades, ni una mujer comprando”; se lee en el cartel de la convocatoria que surgió en Veracruz.

Los expertos consideraron que la campaña repercutirá también en las actividades de los hombres; pues el trabajo de ellas en muchos lugares es fundamental para la población masculina.

Por ello, el movimiento servirá además; para concientizar a los caballeros sobre la importancia de las mujeres en el país y el papel que desempeña cada una; tanto en actividades económicas como en otros rubros.

La propuesta inició en redes sociales con el hashtag #UnDíaSinMujeres y con el objetivo de unirse para exigir justicia por todos los feminicidios que siguen en aumento. El cartel de color morado y levantando las manos propone paralizar las actividades de aquellas que lo desean.

“Unámonos a esta protesta simbólica; paralicemos nuestras actividades por un solo día para que se den cuenta de que están dejando en el olvido al 52% de la población”; dice una de las organizadoras de este programa.

Organizadoras del movimiento (activistas, colectivos feministas, entre otras) piden a las damas: no comprar nada, no usar el transporte en la Ciudad, no llevar a los niños a la escuela, etc.

Llamaron a los patrones de cada empresa de México a no descontar el día a las trabajadoras que se unan al paro; mientras que a los maestros les solicitaron no poner falta a ninguna alumna.

La iniciativa también pide a los varones apoyar a las mujeres ofreciéndose para cuidar a los más pequeños del hogar; cubrir a la compañera en los trabajos, no pasar lista en las escuelas, difundir el evento, entre otros.

Comercio, manufactura, restaurantes y hoteles, entre las actividades que resultarían más afectadas; esta pérdida sería superior a los ingresos petroleros que captó el gobierno federal durante diciembre pasado.

Si toda la fuerza laboral femenina del país deja de laborar un solo día, incluyendo el trabajo no remunerado, como se plantea para el próximo 9 de marzo en protesta por la violencia contra las mujeres, la economía podría registrar una pérdida aproximada a 37.7 mil millones durante diciembre pasado.

Al cierre de 2019, la población femenina ocupada en el país ascendía a poco más de 22 millones de trabajadoras. De acuerdo con estimaciones de EL UNIVERSAL, si todas ellas dejan de laborar un día, el valor agregado bruto de la economía se reduciría aproximadamente en 26.1 mil millones de pesos, solamente por su ausencia.

Sin embargo, el impacto podría ser mayor si se considera también el valor que se dejaría de generar correspondiente al trabajo no remunerado que realiza la mujer, relacionado con las labores domésticas y de cuidado, y que puede representar hasta 11.5 mil millones de pesos en un día, es decir, cerca de 17.5% del PIB que se genera en una jornada.

Por grandes divisiones económicas, el sector terciario relacionado con los servicios sería el más afectado, por el peso que tiene en él la mano de obra femenina. Se estima que la pérdida en una jornada ascendería a 20.6 mil millones de pesos, que representa 79.1% del total generado por las mujeres.

Comercio, con la pérdida de 6.8 mil millones de pesos, seguida de los servicios sociales con la no generación de 3.4 mil millones, así como los restaurantes y servicios de alojamiento con 3.1 mil millones solo por el valor no agregado por el trabajo de las mujeres en estas actividades.

Además del sector servicios, la industria manufacturera sería la más afectada, con una pérdida estimada de 4.3 mil millones de pesos por concepto del ausentismo de las trabajadoras de este importante segmento de la economía.

Adicional a lo anterior, habría que considerar el impacto indirecto que implicaría la no participación laboral de las mujeres, es decir, el hecho de que no asistan al trabajo un día también frenaría la labor de los hombres, sobre todo en aquellas actividades donde la mano de obra femenina es importante. También hay un impacto por el consumo que dejarían de realizar por concepto de transporte y alimentación fuera de casa, entre otros bienes y servicios.

Más allá del costo económico de su ausencia, la protesta en contra de la violencia hacia las mujeres es muy relevante al constituirse en una importante llamada de atención no solo al gobierno, sino a la sociedad en su conjunto, en especial por el problema de los feminicidios que se han dado a conocer en fechas recientes.