El Origen del Té y Cómo se Popularizó en el Mundo #ESCAT #Uninter #Curiosidades

El té se elabora a partir del uso de diferentes plantas y técnicas para aprovechar los múltiples beneficios que puede aportar a la salud.

Historia

La historia se remonta a la antigua China, a la provincia de Yunnan, durante la dinastía china Shang, entre los años 1500 y 1046 a.C.

Durante milenios, el té fue una bebida medicinal que se obtenía hirviendo hojas frescas en agua. Pero hacia el siglo III d.C., se convirtió en un producto cotidiano dentro de la rutina de los chinos, y sin un enfoque únicamente medicinal, cuando comenzó su cultivo y procesamiento.

El primer relato publicado sobre los métodos de plantación, procesamiento y consumo se realizó en el año 350 d.C, pero alrededor del año 800 d.C., las primeras semillas de plantas de té fueron llevadas por algunos chinos a Japón, donde se establecieron en el siglo XIII. Los chinos de la región de Xiamen, a su vez, llevaron el cultivo del té a la isla de lo que hoy es Taiwán en 1810.

Los holandeses entraron en contacto con el té en Japón en 1826 y llevaron las semillas a la isla de Java, en Indonesia, durante el periodo en que dominaron la región. Así, la cultura del té se fue extendiendo poco a poco por diversos países asiáticos.

También existe la leyenda que asocia a esta bebido con el budismo, ya que en la antigua China era muy común que los monjes budistas tomaran esta bebida para apoyarse mientras meditaban y evitar que se durmieran (al fin y al cabo, muchos tés contienen cafeína, una sustancia que puede alterar el sueño).

Entre las muchas leyendas de la tradición japonesa y china sobre el descubrimiento del té se cuenta que Bodhidharma, también conocido como Daruma y fundador del budismo zen, fue la persona que descubrió el té.

¿Cómo llegó el té a otras partes del mundo?

Con el paso de los años, otros países asiáticos tuvieron acceso a las semillas de las plantas de té y algunos de ellos también empezaron a cultivar y consumir esta bebida, por lo cual, poco a poco, el cultivo y consumo del té cruzó mares y fronteras más allá de Asia: llegó a África, Europa y América, llegando a ser tan consumido como lo es hoy en día.

La Compañía Holandesa de las Indias Orientales llevó el primer cargamento de té de China a Europa en 1610.

En 1669, la Compañía Inglesa de las Indias Orientales introdujo por primera vez en el mercado inglés té chino procedente de los puertos de Java, en Indonesia. Este fue el comienzo de la estrecha relación de los británicos con dicha bebida, que se ha convertido casi en una institución cultural en todo el Reino Unido hasta nuestros días.

Como en aquella época India estaba dominada por los británicos, que ya tenían contacto con el té chino, introdujeron la cultura del té en la India en 1836 y en Ceilán (ahora llamada Sri Lanka) en 1867. Al principio utilizaron semillas traídas de China, pero luego empezaron a utilizar plantaciones del estado de Assam, en la India.

A finales del siglo XIX y principios del XX, el cultivo del té se extendió a regiones de lo que hoy es Rusia e Irán. Su cultivo y consumo también se expandieron en esa época a otros países no asiáticos, como Malaui, Uganda, Kenia, Congo, Tanzania y Mozambique, en África; a Argentina, Brasil y Perú, en Sudamérica; y a la región de Queensland, en Australia, puntualiza Britannica.

En algunos países sudamericanos, la yerba mate ya se cultivaba y utilizaba para hacer infusiones, ya que los indígenas guaraníes de la región utilizaban la planta mucho antes de la llegada de los colonizadores españoles y portugueses. Pero fueron estos últimos quienes introdujeron en tierras latinoamericanas otros tipos de té más comunes en Europa.

Fuente: National Geographic

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