Así comenzó nuestra jornada con los estudiantes de Diseño de Modas de UNINTER en el centro de Cuernavaca, donde las telas dejaron de ser solo teoría y se convirtieron en posibilidades infinitas.
Recorriendo tiendas icónicas como Parisina, Modatelas y Nuevo Mundo, cada paso fue una oportunidad para conectar lo aprendido en clase con la realidad del diseño: texturas, colores, precios, opciones y decisiones.
Explorando el corazón textil de Cuernavaca con los alumnos de Diseño de Modas de UNINTER
La ciudad de Cuernavaca, con su mezcla vibrante de tradición y modernidad, fue el escenario perfecto para una enriquecedora salida con los estudiantes de la Licenciatura en Diseño de Modas de UNINTER.
En esta ocasión, nos adentramos en una experiencia que va más allá del aula: una visita guiada por las principales tiendas de telas del centro.
Parisina, Modatelas y Nuevo Mundo, donde el aprendizaje se volvió tangible, visual y, sobre todo, inspirador.
Un recorrido con propósito
La salida no fue un simple paseo; fue una exploración con propósito. Desde el momento en que pusimos un pie en Parisina, los chicos comenzaron a hacer lo que mejor saben: observar, tocar, comparar, cuestionar y soñar.
Cada textura y cada color se convirtieron en una oportunidad para imaginar colecciones, interpretar tendencias o incluso romper las reglas del diseño tradicional.
En Modatelas, el enfoque cambió: aquí, la variedad de telas técnicas y especiales invitó a los estudiantes a pensar en nuevas posibilidades de construcción, siluetas y acabados.
Vimos cómo las ideas empezaban a tomar forma, y cómo algunos ya visualizaban sus proyectos finales o incluso piezas para futuros concursos.
La última parada fue en Nuevo Mundo, un espacio menos conocido pero con tesoros escondidos.
Ahí comprendieron que parte del trabajo del diseñador es saber buscar, descubrir y adaptarse al entorno. No siempre se trata de la tienda más grande, sino de la que puede ofrecer lo que nadie más tiene.
¿Por qué es importante este tipo de actividades?
En la moda, la inspiración no siempre llega sentados frente a una pantalla o en un salón.
Está en el contacto directo con los materiales, en la conversación con los vendedores, en la sorpresa de encontrar una tela inesperada que despierta una idea nueva. Estas experiencias les permiten a los alumnos:
- Comprender mejor las propiedades de cada tejido.
- Conectar lo teórico con lo práctico.
- Desarrollar habilidades para presupuestar, elegir proveedores y tomar decisiones rápidas.
- Estimular la creatividad en un contexto real.
Además, fortalece su mirada crítica y estética, pues al comparar calidad, precio y diseño, comienzan a formar su propio criterio como futuros profesionales del diseño.
Fuente:modatelas
Licenciatura en diseño de modas
