Los investigadores de la Universidad de Missouri crearon la primera impresora 3D que usa plástico y metal para sus creaciones, esta impresora 3D que emplea láseres para combinar varios materiales con el fin de producir estructuras complejas y funcionales.
“Esta es la primera vez que se utiliza este tipo de proceso y está abriendo nuevas posibilidades”, dijo Bujingda Zheng, estudiante de doctorado en ingeniería mecánica en la Universidad de Missouri y autor principal del estudio.
Este nuevo método allana el camino para una nueva generación de dispositivos y sensores, como placas de circuitos e incluso tejidos con componentes electrónicos integrados.
Proceso de Impresión
Normalmente, construir dispositivos complicados de múltiples capas, como placas de circuito, ha sido un proceso que requiere mucho tiempo. A menudo implica varios pasos y diferentes máquinas, y puede resultar costoso. Esto puede limitar la innovación y ralentizar el desarrollo de nuevos productos.
La nueva máquina de impresión 3D se basa en una técnica innovadora llamada Proceso de ensamblaje de múltiples materiales de forma libre.
El nuevo proceso está inspirado en la propia naturaleza e incluso es respetuoso con el medio ambiente. Piense en una anguila eléctrica, que tiene huesos y músculos que le permiten moverse y células especializadas que generan electricidad. Esta impresora 3D funciona de manera similar.
Las nuevas aplicaciones
Curiosamente, esta máquina puede imprimir sensores directamente sobre rocas y conchas marinas. Esto permitirá a los investigadores realizar estudios ambientales, como monitorear la salud de los océanos y medir el flujo de agua.
Para los usuarios cotidianos, esto podría traducirse en rastreadores de salud portátiles perfectamente integrados en la ropa, monitoreando todo, desde la presión arterial hasta la frecuencia cardíaca. Esto podría eliminar la necesidad de dispositivos voluminosos.
Los desarrolladores destacan que esta tecnología cambia las reglas del juego para el desarrollo de productos. Las empresas ahora pueden crear prototipos in situ, lo que reduce drásticamente el tiempo de creación de prototipos y acelera todo el proceso.
“Esto abre la posibilidad de mercados completamente nuevos”, afirmó Jian “Javen” Lin, profesor asociado de ingeniería mecánica y aeroespacial en la Universidad de Missouri.