Los “alimentos azules” es un término para referirse a un grupo diverso de animales, plantas y microorganismos de agua dulce o salada.
¿Cuáles son los beneficios de los alimentos azules?
Los alimentos azules son pescados, algas, crustáceos, moluscos y todo tipo de productos “derivados de animales acuáticos, algas o plantas capturados o cultivados en entornos marinos o de agua dulce”, detalla Blue Food Assessment (BFA, una plataforma internacional de artículos científicos).
Los alimentos azules producen menos emisiones de gases de efecto invernadero y tienen menos impacto en la tierra y el agua que los alimentos procedentes de la ganadería (u otros animales de abasto).
Además, generan una baja huella ambiental para el medio ambiente. De acuerdo con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, la huella ambiental es un indicador de cuántas sustancias se emiten y cuántos recursos se consumen en el ciclo de vida de un producto, proceso o actividad.
¿Por qué comer alimentos azules?
Los alimentos azules o acuáticos “son importantes para una dieta sana y equilibrada. Consumidos incluso en pequeñas cantidades, contienen aminoácidos esenciales, proteínas de calidad, vitaminas y ácidos grasos como el omega-3.
Como el cuerpo humano no produce omega-3, debe obtenerlo de los alimentos. Es en este sentido que los alimentos azules, especialmente pescados como el salmón, las sardinas y el atún, por ejemplo, pueden priorizarse como fuentes de omega-3.
No solo se pueden tratar estas carencias, sino que, comiendo animales acuáticos con frecuencia, también se reducen las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, la enfermedad de Alzheimer y depresión.
¿Cuáles son los impactos negativos de la sobreexplotación de alimentos acuáticos?
Ante el crecimiento de la población mundial, la demanda de estos productos es mayor. En los últimos 50 años el consumo se duplicó, lo que generó un gran impacto en los ecosistemas marinos debido a la pesca y acuicultura insostenible, dos prácticas que agotan el océano de peces y especies alimentarias acuáticas.
Más del 34 % de las poblaciones de peces se encuentran sobreexplotadas. Además, se pierden o desperdician entre un 30 % y un 35 % de los ejemplares capturados. Esto es insostenible, ineficiente y contribuye al hecho de que el 8 % del total de las emisiones globales de gases efecto invernadero provienen de la pérdida y el desperdicio de alimentos.