¿Alguna vez has estado viendo una película de animación, le diste pausa y te encontraste con una imagen extraña y deformada? A eso se le llama “Smear” un frame y te explicaremos cómo hacerlo.
Es común pensar que esto se trata de un error en la película, o que los dibujantes se dejaron un fotograma sin corregir.
Sin embargo, estas imágenes no denotan mala calidad: todo lo contrario. Esta técnica se llama Smear animation frames.
¿Qué son y cómo utilizarlos?
Desde el comienzo de la animación, los pioneros buscaban maneras de que sus películas fueran realistas.
Con esto no se referían a la semejanza con el mundo real, sino a la sensación que daban los dibujos en movimiento: Debían parecer creíbles y vivos.
Un Smear frame (en español, sería así como fotograma esparcido) es un fotograma que consiste en distorsionar el personaje u objeto en la dirección del movimiento para generar una ilusión óptica y dar sensación de velocidad.
A la hora de animar movimientos muy rápidos, un smear hace parecer que la acción sea mucho más orgánica y creíble.
Dos estilos principales
Existen dos estilos principales a la hora de crear un smear frame.
El primero consiste en estirar al personaje como si fuera de plastilina. Alargamos los elementos de manera paralela al movimiento, como si fuera una estrella fugaz y su cola.
En el segundo caso, en vez de extender las formas, las repetimos en una secuencia, como si hubiera muchas. No es raro encontrar este tipo de smears en las caras de los personajes, apareciendo con muchos ojos y narices que se superponen.
Muchas veces, cuando grabamos acciones rápidas con una cámara, observamos que la imagen aparece borrosa y distorsionada. Esto se debe a limitaciones técnicas del aparato, pero simularlas en animación ayuda a nuestro cerebro a entender lo que está pasando. Este es el objetivo de los smears.
Consejos
Aunque parezcan algo fácil de hacer, los smear frames son un arte en sí y un mal uso de ellos puede sacar al espectador de la experiencia completamente.
Cuando los animadores se enteraron de lo que son estos fotogramas por primera vez, pensaron que debían incluirlos en todo momento veloz. Sin embargo, esto puede matar la magia de los smears, haciéndolos notorios en vez de invisibles.
Deberíamos tratarlos como una guinda que poner en situaciones específicas, en vez de una norma constante.
Otro truco para que nuestros fotogramas creen una animación lo más fluida posible es asegurarnos de que la parte deformada se superponga con las posiciones del fotograma anterior y el posterior, como si los conectara, como si fuera una mezcla de ambos.
Así el cerebro lo tendrá más fácil para procesarlos.
Al final del día, hay una manera infalible de comprobar que un smear está bien conseguido: que sea imperceptible una vez estamos viendo la escena (a menos que le demos a pausa y nos la encontremos).
Fuente: Ceros
Especialidad en Animación Y Post-Producción Digital
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