Una estrategia que se desarrolla para una campaña publicitaria integral, representa uno de los retos formativos más significativos para los estudiantes de diseño, pues exige articular pensamiento estratégico, sensibilidad estética y comprensión comunicacional.

El proyecto realizado por los y las estudiantes de la Licenciatura en Diseño Gráfico, fue centrado en la selección de una marca real y la creación de un personaje que humanizara su identidad, la producción de un video publicitario y la construcción de piezas gráficas que representaran la comunicación unidireccional, bidireccional y multidireccional.
Desarrollar una estrategia creativa
Para iniciar la campaña, los estudiantes tuvieron la tarea de seleccionar una marca, reflexión que implicó identificar valores, audiencias, problemáticas y oportunidades. Esta elección libre no fue fortuita: permitió a los equipos asumir responsabilidad creativa y desarrollar una narrativa propia, acercándolos al proceso real de la industria. Donde el entendimiento de la marca es el punto de partida para construir identidad, posicionamiento y diferenciación.
Uno de los componentes esenciales del proyecto fue la creación de un personaje humanizador, recurso ampliamente utilizado en la comunicación contemporánea para generar cercanía emocional, afinidad simbólica y recordación.
Al diseñar este personaje, los estudiantes no solo trabajaron estética y personalidad visual, sino que debieron dotarlo de voz, valores y presencia narrativa que funcionara como vínculo entre la marca y su público. En este proceso se evidenció cómo las marcas actuales apuntan hacia experiencias más empáticas, donde la figura icónica actúa como mediador afectivo y referente identitario.

Componentes de la campaña
Los estudiantes trasladaron este personaje a un video publicitario, pieza clave de la campaña que obligó a integrar lenguaje audiovisual, storytelling y mensajes persuasivos. El video funcionó como eje narrativo donde el personaje comunicaba explícitamente el propósito principal de la campaña. Este ejercicio provocó reflexiones importantes sobre la coherencia entre imagen, guion y discurso persuasivo, así como la necesidad de generar ritmo visual y atractivo emocional en escasos segundos, tal como ocurre en entornos reales de medios digitales y televisivos.
Y finalmente, la creación de piezas publicitarias que ejemplificaran los tres tipos de comunicación unidireccional, bidireccional y multidireccional permitió a los estudiantes comprender la estructura dinámica del ecosistema publicitario.
- La comunicación unidireccional: se tradujo en mensajes de impacto directo, como espectaculares ‘afiches’ o posts informativos: medios cuyo objetivo es proyectar un mensaje sin esperar respuesta inmediata.
- La bidireccional: expresó en contenidos diseñados para provocar interacción con comentarios, encuestas o respuestas. Subrayando el rol de la conversación contemporánea entre marca y consumidor.
- La multidireccional: se centró en el diseño de piezas que estimularan la participación entre usuarios, generando redes comunitarias donde los consumidores se convierten en voceros y creadores de contenido.
Con ello, los estudiantes reconocieron que la publicidad actual se desplaza de monólogo a diálogo y finalmente a ecosistemas conversacionales colectivos.

Este proyecto permitió integrar competencias técnicas, estratégicas, conceptuales y sociales. Más allá de producir artefactos visuales, los estudiantes desarrollaron pensamiento crítico, capacidad narrativa, visión de usuario y habilidades de gestión creativa.

