Todo ser humano debería de preocuparse por el medio ambiente, por su cuidado y por protegerlo
Con la idea de que debemos cuidarlo a nivel global, poco se va a conseguir, pero eso es una excusa, ya que todos sabemos la importancia que supone actuar localmente para conseguir un movimiento que posibilite y motive a que se haga algo a un nivel mayor.
Pequeños gestos, multiplicados por cientos de miles de personas, podemos colaborar y ser parte del cambio: ahorrar el agua, cuidando de no dejar el grifo abierto innecesariamente; apagar las luces y los electrodomésticos que no están en uso; reciclar nuestros residuos; comprar aparatos eléctricos eficientes; optar por coches híbridos o con combustibles alternativos…
¿Qué podemos hacer en nuestra vida cotidiana para cuidar el medio ambiente?
En todos los ámbitos de nuestra vida podemos introducir mejoras que hagan más pequeña la huella que dejaremos en el planeta:
En casa: El correcto aislamiento de una casa es fundamental, tanto a nivel económico como en cuestión de energía. Las mejores ventanas son las que tienen rotura de puente térmico, es decir, son dos cristales y en medio un espacio. Según sea de grande ese espacio, más nos aislará la ventana del frío, el calor y el ruido.
En cuanto a los electrodomésticos, se recomienda elegir aquellos con una eficiencia energética A o superior (actualmente existen ene le mercado hasta A+++). Aunque normalmente son más caros, compensaremos este gasto en las facturas de la electricidad.
En cuanto a las iluminación, debemos utilizar la luz natural siempre que sea posible, pero si encendemos la luz, es conveniente que nuestras bombillas sean de bajo consumo. Para aprovechar mejor la luz, es conveniente que las bombillas sean de luz blanca, que las lámparas estén bien limpias, que la casa esté pintada de colores claros…
Cuando vamos de compras, al elegir entre varios productos es mejor el producto local, ya que ahorramos la energía empleada en el transporte. También miraremos que el producto tenga los menos embalajes posibles, de plástico, papel o lo que sea.
Si tenemos opción, los productos ecológicos son una buena opción de compra, ya que nos garantizan que se usan menos contaminantes en su producción.
El transporte, lo más eficiente y saludable es desplazarse caminando o en bicicleta. Incluso existe en el mercado una bicicleta de cartón.
En cuanto al coche, la velocidad óptima en cuanto al rendimiento son 80 km/h, a partir de esa velocidad el consumo se dispara. Cada litro de gasolina consumido emite a la atmósfera 2,35 kg de CO2. Cada litro de gasóleo, 2,64. Para ahorrar combustible, es mejor conducir en marchas más largas.