Alcalde: Kim Kardashian ha vuelto a estar en el centro de la polémica, esta vez por la elección del nombre de su nueva línea de lencería: “Kimono”. Lo que parecía un juego de palabras con su propio nombre, rápidamente fue percibido por muchos como una muestra de apropiación cultural. La controversia estalló especialmente en redes sociales, donde el hashtag #KimOhNo se volvió tendencia y generó un intenso debate.

Una reacción desde Japón
La respuesta no se limitó a Internet. Daisaku Kadokawa, alcalde de Kioto —antigua capital imperial de Japón—, decidió intervenir personalmente. El pasado fin de semana, escribió a la celebridad estadounidense para pedirle que reconsidere el uso del nombre. Según informaron responsables municipales a la AFP, el dirigente expresó su preocupación por el impacto que esto podría tener en la percepción cultural del kimono.
“El kimono es una prenda tradicional que representa la riqueza de nuestra historia y naturaleza”, señaló Kadokawa. Además, extendió una invitación a Kardashian para visitar Kioto y conocer de cerca la cultura que rodea a esta vestimenta milenaria.
¿Qué representa realmente el kimono?
El término “kimono” significa literalmente “algo que se lleva puesto”. Aunque en otro tiempo formaba parte del vestuario cotidiano japonés, hoy se reserva para ocasiones especiales, como bodas o ceremonias tradicionales. Estas prendas, elaboradas artesanalmente, pueden alcanzar precios muy altos y requieren de experiencia para ser colocadas correctamente.
La apropiación cultural en la moda
Este no es un caso aislado. La industria de la moda ha sido frecuentemente criticada por apropiarse de elementos culturales sin el debido contexto o respeto. Un ejemplo reciente fue la protesta del gobierno mexicano contra la firma Carolina Herrera por usar diseños indígenas en su colección Resort 2020.
fuente: fashionunited

