Robótica. Con del nacimiento y evolución de los robots en las últimas décadas, la imagen agresiva y perjudicial que la mayoría de personas tenía sobre ellos se ha disipado. Los autómatas que existen hoy en día son capaces de realizar múltiples acciones y con propósitos diferentes, pero siempre con una misma misión: ayudar al ser humano.
Algunos están programados para sustituir a las propias personas en sus trabajos, como los que ejercen de mensajeros. Otros, realizan tareas domésticas, como los robots de cocina, e incluso existen los que sirven para perfeccionar ciertas intervenciones médicas. Sin embargo, resulta complicado descubrir cuál será su futuro y en qué campo estarán más presentes.
Uno de los usos para los que los robots se están desarrollando más últimamente es para asistir a las personas. En Japón, las residencias están repletas de estos androides que cuidan y acompañan a los más mayores. Debido a la crisis demográfica que sufre este país -en 2017 el saldo entre nacimientos y muertes fue negativo en 394.000- el Gobierno ayuda a las empresas para que desarrollen robots que ayuden a los ancianos.
El Centro Tecnológico de Cataluña (Eurecat)
En España, aunque la sociedad no lo conozca, se trabaja (bastante) en el ámbito de la robótica. El Centro Tecnológico de Cataluña (Eurecat) participa en el desarrollo técnico y funcional de un robot que, según cuentan en su web, “permite la teleasistencia robotizada a personas mayores que viven solas, por parte de familiares y de personal de atención domiciliaria y médica”.
En el ámbito educativo existe una gran oferta de grados y postgrados de ingenierías y robótica, aunque Merino cree que cada vez es más importante la robótica social y se debería involucrar más a las humanidades: “Se está llegando a un momento en el que hay que crear grados más específicos para este tipo de demandas”, añade.
Programa Horizon 2020
Pero los dos ingenieros consideran que la financiación para el desarrollo de la robótica en España ha disminuido y que en general los grupos de investigación dependen más de las ayudas europeas, que, aunque son considerables, hay una mayor competencia porque intervienen ingenieros de todos los países de la unión. Según García “las ayudas públicas en España han tenido un bajón importante y ahora parece que se empiezan a recuperar, pero muy poco a poco”. Además, García cree que se deberían incrementar estas subvenciones “para motivar a las empresas privadas a desarrollar cosas”.
En esta iniciativa colabora la Universitat Politècnica de Barcelona y participan ingenieros españoles como Nicolás M. García, Roemi Fernández, de la Universidad Politécnica de Madrid y Guadalupe López, de la Fundación Tecnova (Almería). En el proyecto se desarrollan trabajos que abarcan desde la agricultura y la alimentación a la medicina y la rehabilitación.
Respecto al futuro, se pueden esperar robots como los que señala García, conectados al sistema nervioso: “Se están desarrollando aproximaciones. Sería conectarlos al cerebro con implantes y servirían para conseguir mover partes del cuerpo con un robot de exoesqueleto”, zanja.