La Batalla de Puebla también es una de las fechas más importantes al tratarse de una de las escasas victorias ante un ejército extranjero invasor.
En esta histórica batalla las tropas comandadas eran muy pequeñas en comparación con el contingente francés, el cual era considerado “el ejército de primera clase en el mundo”.
En cuanto a cifras, 4 mil soldados mexicanos enfrentaron a 8 del ejército de Francia, el cual no había sido derrotado por casi 50 años, por lo que la batalla tuvo mucha significancia.
Simbólicamente representa la unión de los mexicanos durante las adversidades pues con valor y dedicación, México consiguió la victoria pese a que se tenía todo en contra hablando de una inferioridad numérica en cuanto a soldados y armas.
Sin embargo, las tropas mexicanas supieron sacar ventaja de los errores de los franceses. Semanas antes de la batalla, Juárez había declarado pena de muerte para los mexicanos que se unieran a los invasores, pero también una amnistía a los enemigos de la república en la guerra de Reforma si se unían a él para defender al país de la invasión.
El caso más célebre es el del general conservador Miguel Negrete, quien abandonó al partido conservador y se puso a disposición de Zaragoza con la siguiente frase: “Yo tengo patria antes que partido.”
Fiesta Nacional
En algunos lugares del país se realizan fiestas populares en las que se recrea la batalla misma o algunos de sus aspectos, como en el caso del Peñón de los Baños, en Ciudad de México.
En Huejotzingo, en Puebla se da una peculiar fusión de elementos de carnaval con la fiesta cívica.
Por otro lado, en Zacatecas hay una celebración plenamente religiosa como son los Morismas de Bracho, que se hacen tradicionalmente el último fin de semana del mes de agosto.
Miles de personas representan combates entre moros y cristianos, donde aparecen con uniformes tomados de la batalla de Puebla.