El vehículo LV0008 de 13 metros de altura tenía el objetivo de lanzar la misión ELaNa 41 desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida con el fin de mandar 4 satélites.
A pesar de que el cohete de dos pasos funcionó correctamente en su despegue, a los tres minutos de vuelo algo salió mal, justo en el momento en que la primera y segunda etapa se separaran, terminando en un giro descontrolado.
Los satélites que se lanzan al espacio son cada año más y más pequeños, una tendencia que está incrementando la demanda de cohetes de menor tamaño
Astra busca armar la mayor cantidad de cohetes posibles al menor costo
El enfoque de Astra se centra en producir de forma masiva pequeños cohetes a un mayor volumen que sus competidores, priorizando la velocidad y la eficiencia, por lo que la tasa de fallas es más alta a diferencia de otras opciones por su menor costo, que está considerado en su modelo comercial.
Sin embargo, la compañía ha tenido un par de fallas luego de empezar a cotizar en la Bolsa de Nueva York tras su fusión con SPAC.
La última ocurrió en el mes de agosto cuando era su primer lanzamiento comercial oficial, donde transportaba cargas útiles de prueba en nombre de la Fuerza Espacial de Estados Unidos que no logró alcanzar la órbita por un problema en sus motores.
Gracias a las cámaras a bordo, se pudo ver cómo en lugar de navegar hacia su destino previsto en una órbita a 500 kilómetros de altitud, durante la separación de las etapas, éstas se mueven brevemente y luego la segunda parte del cohete se enciende, provocando una explosión que derivó en el fallo.
En esa ocasión el cohete se “deslizó” al despegar en lugar de ascender por un fallo en uno de sus motores, aunque después lanzaron con éxito una carga útil comercial a la órbita en el mes de noviembre.
“La industria de los satélites y su necesidad de que las lanzaderas puedan colocar a los satélites en órbitas específicas han crecido en los últimos años y seguirán haciéndolo de forma exponencial; esto crea una altísima demanda de lanzamientos sostenibles y específicos para los mini satélites”, constata Larmour.
Un cohete más ecológico
El cohete utilizará combustible limpio a base de biopropano, un subproducto del biodiésel que es un tipo de combustible obtenido de fuentes como aceites vegetales y aceite de cocina usados.
La compañía también planea lanzar otros seis satélites en el transcurso de tres misiones en el año, que llevarán CubeSats para estudiar la formación y evolución de los huracanes que despegarán desde Kwajalein en el Pacífico Sur.
Fuente: EL PAÍS
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