La Revolución Mexicana fue un conflicto armado que inició en 1910, como consecuencia del descontento popular hacia la dictadura de Porfirio Díaz, y que derivaría en una guerra civil que transformaría radicalmente las estructuras políticas y sociales del país.
La revolución comenzó con el levantamiento liderado por Francisco I. Madero, que se oponía a la reelección del general Porfirio Díaz a la presidencia, dictador que había gobernado el país por más de treinta años.
Principales causas de la Revolución Mexicana
- La desigualdad social y la concentración de la riqueza. Durante el Porfiriato, el país tuvo un crecimiento económico importante. Sin embargo, la riqueza quedó repartida en unas cuantas manos nacionales y en otras pocas extranjeras.
- No existía la libertad política. El pueblo no podía elegir a ningún representante dentro de los poderes estatales ni federales. Estos eran impuestos por Porfirio Díaz, quien, pese a estar en contra de la reelección, permaneció en el poder más de 30 años.
- Despojo de tierras a los campesinos. Díaz hizo una serie de reformas a la legislación que facilitaban la entrada a compañías extranjeras para que se adueñaran de “terrenos baldíos” los cuales pertenecían a indígenas, campesinos o gente muy pobre que no tenía el dinero para trabajar sus tierras y eran despojados de ellas.
- Creación de latifundios. Las haciendas de gran extensión pertenecían a unos pocos propietarios mientras la mayoría de los mexicanos moría de hambre.
- Disminuyó la calidad de la enseñanza popular. El 80% de la población era analfabeta.
- No había libertad de expresión. La prensa tenía prohibido emitir cualquier tipo de opinión en contra del gobierno y las huelgas estaban prohibidas para todos los sectores.
- Obreros y campesinos carecían de protección laboral por lo cual estaban expuestos a la sobreexplotación. La mayoría de los trabajadores debían cumplir con jornadas de más de 12 horas por un sueldo miserable de 75 centavos.
Desarrollo de la Revolución mexicana
El 20 de noviembre de 1910 iniciaron los primeros movimientos armados de la Revolución mexicana respaldados por Pascual Orozco (jefe de las tropas irregulares del estado de Chihuahua), Francisco Pancho Villa (líder los campesinos en el norte de México) y Emiliano Zapata (quien representaba a los campesinos y demás líderes populares del sur de México).
Dichos líderes luchaban en conjunto por su oposición a Díaz; sin embargo, no eran aliados, ya que cada uno reclamaba las necesidades particulares de los pueblos que representaban y por lo cuales se enfrentaban.
Tras la presión ejercida, el día 25 de mayo de 1911, Porfirio Díaz renunció a la presidencia luego de haber firmado un pacto con Francisco I. Madero, quien posteriormente fue electo presidente y ejerció la presidencia de México.
Plan de Ayala
El Plan de Ayala fue una proclamación política firmada por el líder de las tropas del sur, Emiliano Zapata, a quien Madero le había solicitado que licenciara sus tropas. Sin embargo, Zapata solo aceptaría dicha propuesta si Madero cumplía con una serie de condiciones que, finalmente, desconoció. Esto produjo mayores desencuentros entre ambos líderes, en especial porque Madero tampoco llevó a cabo la reforma agraria exigida por los campesinos, lo que generó mayor descontento hacia su mandato.