Anna Wintour sin duda es emblemática, ya que si pensamos en la figura más poderosa de la moda su nombre aparece en nuestro pensamiento, hoy hablaremos del papel que el personaje de la editora más conocida del planeta ha desempeñado en el mundo de la moda actual…
Con 72 años, Anna Wintour no ha perdido un ápice de poder e influencia en la industria de la moda. Es, de largo, la mujer más relevante e importante de la era contemporánea del sector, un sector que es más suyo que de nadie y que debe mucho, pero muchísimo, a esta figura todopoderosa.
Nacida en Londres en 1949, la actual directora de Vogue USA y también de contenido global de Condé Nast, se estrenó en el periodismo de moda a los 20 años, cuando fue contratada en Londres para Harper’s & Queen. En los setenta fichó por la revista Harper’s Baazar y se trasladó a Nueva York. Tras encadenar diversos trabajos, en 1983 entró en la edición norteamericana de Vogue como responsable creativa. Su buen hacer se vio recompensado con un puesto de directora de la edición británica que la devolvió, temporalmente, a la capital británica.
Volvería a Estados Unidos para ponerse al frente de la publicación House & Garden y, un año después, convertirse en directora de Vogue, un puesto que lleva ocupando desde hace casi tres décadas. Arriesgada y controvertida, en su primera portada mezcló un suéter de pedrería de Lacroix con unos vaqueros de Guess.
Posiblemente la editora con más mentalidad comercial de todos los tiempos. Durante sus 25 años en la biblia de la moda convirtió sus portadas en auténticas campañas de lanzamiento de famosos, diseñadores, cantantes… Su capacidad de influencia ha sido tan fuerte que creó los premios para defender a los nuevos diseñadores estadounidenses a través de los CFDA. ‘The New York Times’ la describió como un “consultor interno para revistas con problemas o anticuadas”.
Bajo su mandato han aparecido en las portadas de Vogue primeras damas –Hillary Clinton y Michelle Obama–, la plana mayor de Hollywood y hasta celebrities 2.0. como Kim Kardashian
En el documental de ‘The September Issue’, Wintour dijo: “Al crecer en Londres en los años sesenta, debías llevar un saco en la cabeza como el de Irving Penn para no darte cuenta de que algo extraordinario estaba sucediendo en la moda. La apariencia de las chicas de entonces y todo lo que estaba pasando: la píldora y la emancipación de la mujer y el fin del sistema de clases, simplemente ver y vivir esa revolución me hizo amar [la moda] desde una edad temprana”.
Acierto tras acierto, a cada cual más asombroso que el anterior, Anna Wintour logró ganarse el respeto y la admiración de la industria.
De ella siempre se ha dicho que tiene tanto poder que un solo gesto suyo puede encumbrar o hundir la carrera de un diseñador, hecho que ha demostrado a lo largo de sus más de 20 años al frente de ‘Vogue’ y con su presencia (o no) en determinados desfiles, porque ella no está en todos, no, solo en los mejores.
Anna Wintour y el Met Gala
En 1995 tomaba las riendas del evento más potente de la industria: la gala del MET, y con ella, esta cita pasó de olvidada a un verdadero acontecimiento mundial donde celebs, diseñadores y todo aquel que es alguien en el mundo se dan cita cada año (salvo en 2020 y a consecuencia de la pandemia) con Anna Wintour como perfecta maestra de ceremonias. Es administradora del Museo Metropolitano de Nueva York; su participación convirtió la gala anual del museo en uno de los eventos más destacados del año. El departamento de vestuario del museo pasó a llamarse Anna Wintour Costume Institute en 2014.
Met Gala 2019
En 2003, Wintour pasaría a la historia después de que una de sus asistentes, Lauren Weisberger, publicará el libro El diablo viste de Prada, una novela cuyo personaje central se inspiraba en ella. La adaptación cinematográfica, protagonizada por Meryl Streep, fue un éxito. Poco después, el documental The September Issue vendría a confirmar, de su propia boca, la mano de hierro con la que Wintour opera en la industria.
Ajena a las tendencias, se mantiene fiel a una estética marcada por cuatro elementos esenciales: un corte de pelo bob con flequillo, unas sempiternas gafas de sol negras de Chanel, unas sandalias de Manolo Blahnik y unos abrigos, de corte similar, firmados por Oscar de la Renta, Chanel, Fendi, Givenchy o Prada.
¿Sus últimos logros?
En 2013 pasó a controlar la dirección creativa de todas las cabeceras del grupo editorial al que pertenece ‘Vogue’ en EEUU y, como dato curioso, en 2017 fue nombrada dama del Imperio británico por su contribución a la moda y el periodismo.
Por todas estas razones y muchas más, a día de hoy, toda esa influencia que Anna Wintour ejerce en el mundo de la moda se mantienen intactos y su reinado como prescriptora absoluta de estilo está más vivo que nunca. Los medios de comunicación rara vez se centran en la habilidad y la capacidad para perdurar de la editora, algo difícil en un sector en que la moda cambia cada poco (o de manera muy abrupta), pero Anna siempre permanece.
Fuente: DiseñadoresMD
Licenciatura en Diseño de Modas y Tendencias Internacionales
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