Blanco y en botella, un nuevo packaging. La agencia murciana b-brand ha conseguido revolucionar el packaging lácteo con un nuevo proyecto de marca y packaging de El Torrejón, alejándose de los típicos diseños para dar paso a algo simple pero funcional.
El Torrejón es un negocio familiar nacido en el año 1988, que traslada su esfuerzo y su pasión por la industria de generación en generación. Hoy en día y después de más de 30 años de trayectoria en el sector, es una reconocida empresa que destaca por la gran calidad de sus productos, valores y tradiciones.
El objetivo del proyecto de rebranding ha sido el de posicionar la marca de El Torrejón a nivel nacional, desarrollando una nueva imagen para sus diferentes envases: botellas de cristal, botellas PET, tetrabriks, packs de cartón, y otras cajas de diferentes tamaños.
Además, se ha adaptado el diseño a diversas aplicaciones como vehículos, ropa laboral, vallas corporativas, y desarrollo de la web, entre otros.
Una botella transparente: el blanco
La agencia ha resuelto el diseño con un patrón que consiste en la característica piel moteada de una vaca, utilizando una botella transparente con la propia leche como lienzo. A parte de las manchas, se ha añadido el logotipo de El Torrejón en efecto arqueado, con la intención de que la marca parezca mucho más accesible y amigable. También podemos ver el lema «Desde 1988», un copy que acompaña al logo en diferentes soportes de comunicación.
El color base de cada packaging depende del producto que lleve en su interior, siguiendo un código de coloración bastante popular en el mercado. En el caso de la leche entera encontramos un pattern azul, en la semidesnatada el verde, y en la desnatada, el rosa.
Estos colores tan vistosos han sido elegidos para poder distinguir cada producto con un simple vistazo, ayudando al consumidor a tener una compra ágil y rápida. Además, mediante esta solución gráfica e innovadora, contrasta con sus competidores en el lineal, dando nueva visibilidad a sus productos, con blanco y negro.
Una solución gráfica que nos recuerda el origen natural, la tradición y la calidad de la leche, con el producto como principal protagonista.
El conjunto blanco y negro aporta un resultado limpio y eficaz con una alta visibilidad y distinción, una combinación esencial para los productos que tienen una alta competencia en el mercado. Este es un claro ejemplo de que a veces, menos es más: este packaging recoge todos los elementos significativos de una empresa láctea con el valor añadido de un diseño único.