Hormigón que se autorrepara o que deshace la nieve, drones escaladores, carreteras solares… Veamos cómo se alían tecnología e ingeniería para construir juntas el futuro.
Vitrubio, allá por el siglo I a. C, hablaba en su De architectura libri decem de los adobes, del mortero de cal, de las sillerías a soga y tizón, de las máquinas de desagüe…, un compendio de las técnicas y materiales de construcción que revolucionarían la ingeniería civil del momento. Pero, ¿cómo abordaría ahora su tratado si en vez de un ciudadano de la Roma clásica fuera un arquitecto de nuestro tiempo? Pues seguramente hablando de tecnología.
En este artículo les contamos cómo la industria de la construcción ha encontrado un socio insustituible en los avances tecnológicos y les mostramos algunos de los ejemplos de materiales y técnicas más novedosas que revolucionarán este sector o que, incluso, ya se están aplicando en muchas obras de edificación.
Nuevas variantes de hormigón, un clásico que no renuncia a la tecnología
El concreto, más conocido por quienes no pertenecen al sector como hormigón, tiene sus orígenes en la ingeniería romana, aunque nuevas investigaciones defienden que ya los egipcios usaron piedra caliza reconstruida en sus colosales pirámides de Giza. Este material constructivo ha ido evolucionando y combinándose con otros elementos como el acero para mejorar muchas de sus propiedades. Sin embargo, la falta de flexibilidad y, por tanto, su facilidad para agrietarse, era su talón de Aquiles.
Pero los avances con el hormigón no acaban aquí. La tecnología no para de investigar para añadir propiedades a este material y convertirlo, a pesar de su origen clásico, en la élite de las próximas generaciones constructivas.
Y es que uno de los grandes quebraderos de cabeza de la ingeniería civil es cómo luchar contra el hielo en las carreteras cuando bajan las temperaturas y, de ese modo, evitar accidentes. Ahora, en la Universidad de Nebraska han desarrollado un hormigón electrificado capaz de fundir la nieve y la acumulación de hielo. Este hormigón está formado por un 20% de partículas de carbono y fibras metálicas que generan calor y acaban con el hielo incluso en los inviernos más duros.
La tecnología llega al hormigón para convertirlo en la élite de los materiales
No son los únicos proyectos en los que la ciencia está trabajando con el hormigón. Si nos interesamos por las investigaciones de la Universidad de Cardiff, en Gales, encontramos que están intentando desarrollar un sistema por el que el hormigón sería capaz de regenerarse. Mediante este sistema, el hormigón debería detectar cuándo se produce una alteración en la estructura y repararse a sí mismo sin la intervención humana mediante una de estas tres técnicas: con agentes curativos orgánicos, con polímeros que cambian de forma y se adaptan en las alteraciones, o con cápsulas rellenas de bacterias productoras de carbonato cálcico que rellenarían las grietas del material.
Fuente: Imnovation
Ingeniería Industrial y de Sistemas de Calidad.
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