PSICOLOGÍA DEL COLOR
Cada color es capaz de despertar una serie de sensaciones y emociones que influyen directamente en nuestros estados de ánimo.
Eva Heller, la psicóloga, profesora, socióloga y autora del libro: “La Psicología del Color, en su ardua investigación demuestra que los colores y los sentimientos no se combinan de manera accidental.
“Quien nada sabe sobre los efectos universales y el simbolismo de los colores, jamás podrá emplearlos adecuadamente”. – Eva Heller
En el diseño de interiores interesa más que la psicología del color, la combinación correcta, profesional y responsable de los colores de un ambiente según tus necesidades o las de tu cliente.
El diseñador de interiores más profesional es aquel que tiene el suficiente nivel cultural y educativo como para saber qué es lo que mejor va con cada cliente.
El amarillo es uno de los colores preferidos de las personas mayores. Este color puede proyectar mucha alegría, positivismo, diversión, optimismo, entre muchas otras emociones positivas, sin embargo también puede llegar a proyectar todo lo contrario y despertar emociones negativas
También puede indicar una señal de advertencia lo cual le da un aspecto más negativo que positivo.
El azul es el color único en el que no predomina ningún sentimiento negativo sino todo lo contrario. El azul se define como un color frío y como tal transmite mucha paz y seguridad. Tiene un efecto relajante que invita al descanso
Combinado con el color blanco, puede crear espacios de look marinero. Unido a tonos cálidos pone el toque de equilibrio perfecto para armonizar una decoración vibrante.
El rojo es un color bastante controversial, intenso e incluso contradictorio. Es un color que si se abusa de el y se expone de manera exagerada indudablemente llega a ser bastante molesto.
El color rojo se asocia directamente al amor, a lo pasional, a lo erótico, así como también puede representar la guerra, la violencia y el odio.
El naranja es un color cálido que estimula la vitalidad, disminuye la fatiga y aumenta el optimismo. Tiene efectos revitalizantes y puede despertar el apetito.
Se asocia con el movimiento, la diversión, la creatividad y el éxito. Estas tonalidades invitan a estar alegres y compartir con la familia y amigos. Precisamente por esta razón se usa mucho en las áreas sociales de las viviendas, como la sala o la cocina
El verde es un color que es bastante alegre, sobre todo en sus tonos más claros, sin embargo, puede volverse aburrido a excepción del verde que se utiliza generalmente para la pizarrón.
Al ser un color neutral, se ve continuamente influenciado por los colores que lo acompañan. Está sumamente relacionado con la naturaleza, la energía, la vitalidad y la esperanza.
Los marrones son tonalidades tierra crean ambientes muy acogedores y con un aire natural. Para algunos es un color que se relaciona con la seguridad y protección, por su asociación directa con la naturaleza.
Funciona muy bien en salones o salas de estar, donde se busque crear una atmósfera relajada y hogareña, es muy fácil de mantener y combina con casi cualquier otro color.
Los grises son tonos neutros que dan un punto de sofisticación a cualquier ambiente, aunque para algunos puede resultar un tanto sombrío.
Con frecuencia se reserva para espacios de oficina o bibliotecas. Sin embargo, aplicado con los complementos adecuados, resulta muy elegante en salones y cuartos.
El negro se define como la ausencia de color, pues absorbe todas las longitudes de onda visible. Se asocia con misterio, pero también es usado como señal de sofisticación y poder.
Con tonos dorados resulta muy elegante y al combinarse con blanco puede crear espacios dramáticos.
Fuente: Caesarstone
Diplomado en Diseño de Interiores
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