Google es conocido por sus espacios de trabajo extravagantes. No hace falta llenarlo todo de color, pero las aulas deben ser cómodas y facilitar los nuevos modos de trabajo y metodologías docentes.
Google toma datos
Google toma datos de todo: eso permite mejorar la productividad logrando detectar a tiempo cambios problemáticos o áreas en las cuales los empleados parecen tener menos comodidad.
Métodos y estilos docentes
En el caso de las aulas, se debería hacer, no solo con el espacio, sino sobre los métodos y estilos docentes que dan mejor resultado: de este modo se puede ajustar con la suficiente agilidad lo que se aplica al contexto del aula y su alumnado.
No es solo apariencia
El espacio de trabajo que Google diseña no es así por ser bonito, sino porque, tras monitorizarlo, ha mostrado determinadas optimizaciones en rendimiento.
Si se desea probar en clase una técnica y comparar su efectividad con el grupo frente a no usarla o usar otra, sería adecuado tomar datos cada semana cuantitativos y cualitativos.
Los datos permiten ajustes finos sobre la marcha. ¿Se les ve menos cansados, mejora el rendimiento académico y participan más?
Mente sana
Para que el alumnado mejore su rendimiento académico es vital que se sienta tranquilo, cómodo y despierto: intenta que el centro educativo realice actividades trasversales relacionadas con la salud.
Una buena alimentación y ejercicio físico tienen beneficios demostrados en la cognición.
El mindfulness puede ser una herramienta extremadamente útil desde edades muy tempranas.
Puede que ahorre conflictos innecesarios, déficits en inteligencia emocional y autorregulación y nervios pre-exámenes importantes.
¿Qué pasa con el espacio digital?
A través de las redes sociales se puede trabajar con metodologías de trabajo en grupo y equipo, proyectos.
Empoderar a los estudiantes para tomar decisiones sobre su propio aprendizaje, favorecer la conexión y colaboración con otras escuelas