Los elefantes tienen una trompa considerada una maravilla del mundo natural. Si existe la herramienta definitiva en la naturaleza, esa es la trompa de los elefantes. Estos animales usan su desarrollado apéndice como una navaja suiza. Ahora un nuevo estudio revela en detalle todas sus funcionalidades.
¿Qué hacen los científicos?
El doctor en ingeniería mecánica de Georgia Tech, Andrew Schulz, menciona que un elefante consume alrededor de 200 kilogramos de comida al día, sin embargo se sabe muy poco acerca de cómo estos animales emplean sus trompas para recoger alimentos livianos y agua durante 18 horas por jornada.
Participó junto a los veterinarios del Zoológico de Atlanta en varios experimentos que buscaban comprender como estos animales manipulan el aire, el agua, la comida y otros objetos. Los datos aportados por el equipo de Schulz no hacen más que ratificar lo extraordinario de esta creación de la naturaleza.
Puede detectar olores y agarrar cosas. Otras veces sopla objetos como un soplador de hojas o los succiona produciendo un vacío.
Mientras que otros animales como los pulpos usan sus chorros de agua para desplazarse, o al igual que los peces arqueros disparan agua sobre la superficie de las hojas o piedras para atrapar insectos, los científicos de Georgia Tech encontraron que los elefantes son los únicos animales capaces de usar la succión tanto en tierra como bajo el agua.
Los investigadores también querían comprender el modo en que se comportaban las trompas de los elefantes a la hora de sorber líquidos. Para ello midieron el volumen de agua tomado por los elefantes y el tiempo empleado para este fin, descubriendo que en solo 1,5 segundos estos animales son capaces de succionar hasta 3,7 litros de agua, el equivalente a 20 inodoros que se descargan simultáneamente.
Los elefantes y sus trompas
En un experimento paralelo también se empleó una sonda ultrasónica para tomar medidas de las paredes de las trompas y comprobar cómo funcionan sus músculos internos. Al contraer esos músculos, el animal dilata sus fosas nasales hasta en un 30%. Esto disminuye el grosor de las paredes y expande el volumen nasal en un 64%.
Basándose en las presiones aplicadas, Schulz y el equipo sugieren que los elefantes inhalan agua a velocidades comparables a las de los trenes bala japoneses, que pueden alcanzar los 480 kilómetros por hora.
Schulz explica que todas estas características únicas podrían tener innumerables aplicaciones tanto en el campo de la robótica blanda como en el de la conservación. “Al investigar la mecánica y la física detrás de los movimientos de los músculos de la trompa de los elefantes, podemos aplicar los mecanismos físicos -combinaciones de succión y agarre- para encontrar nuevas formas de construir robots”.