La luz es fundamental en nuestro día a día al grado de que si la utilizamos incorrectamente podríamos afectar nuestro bienestar.
¿Alguna vez te has dado cuenta de la importancia de tener una buena iluminación en casa?
El tipo de iluminación que debes usar en tu hogar depende de varios factores pero principalmente del uso que tendrá la habitación. Si es un espacio para estudiar la luz debe mantenerte despierto y concentrado pero si se trata de una habitación para el descanso, un tono más cálido será lo ideal.
Luz cálida, luz blanca o neutra, te explicamos dónde debes colocar cada una de ellas en función al propósito del espacio y las características que debes tomar en cuenta para elegir la adecuada.
Conceptos básicos
Tu hogar debe contar con una configuración balanceada entre los diferentes tipos de luz pero lo ideal, es contar con una casa donde la iluminación natural sea la mejor. De esta forma la iluminación artificial solo debe enfocarse a acentuar algunos espacios.
Debes considerar no solo la elección entre luz cálida o fría, también toma en cuenta dónde y cuándo se utilizará cada una de ellas.
Luz blanca
El cuerpo del ser humano está diseñado para responder ante los cambios de luz que suceden a lo largo de un día. A este fenómeno se le llama ciclo circadiano y le permite al cuerpo regular el ritmo cardíaco conforme a la cantidad de luz.
Durante el día, el sol emite una luz entre blanca y azul que nos ayuda a mantenernos alerta y a sentirnos con energía. Por esta razón, la blanca que imita la del día es la ideal para espacios donde realizas tu rutina diaria como la cocina, el baño, el gimnasio, la oficina o para tu tocador pues te permite ver los colores como realmente son.
Evita colocar luz blanca en zonas de descanso, especialmente en tu habitación. Cuando el cuerpo absorbe demasiada del tipo incorrecto, el ciclo de sueño se puede ver afectado.
Luz cálida
El ritmo cardíaco se adapta a la cantidad de iluminación, lo que nos lleva a deducir que conforme se acerca la noche nuestro ritmo se alenta para permitirnos entrar en un estado de relajación que junto con la producción de melatonina -una hormona que nos ayuda a sentirnos somnolientos- nos preparan para ir a dormir.
La luz cálida se caracteriza por sus tonos amarillentos los cuales el cerebro asocia con calidez, confort y relajación. Por sus características, es ideal para las habitaciones o la sala de televisión.
Cabe resaltar que este tipo de iluminación puede cambiar nuestra percepción del color, hacernos sentir somnolientos y dificultar el enfoque en tareas específicas.
Luz neutra
Este tipo de iluminación presenta el balance perfecto entre la luz cálida y la luz fría. Es más común verla en combinación con la cálida que con la fría, pero ambas configuraciones son posibles.
Se caracteriza por mantener un ambiente relajado pero con un toque más activo que permite realizar tareas que requieran atención. Es perfecta para las áreas sociales como el comedor y la estancia o para áreas de transición como los recibidores y los pasillos.
También es posible colocarla en la habitación, la única recomendación es que evites utilizarla en tu mesa de noche. Entre más lejos de tu cama, mejor.
Fuente: Architectural Digest
Diplomado en Diseño de Interiores
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