Paseamos por el enorme stand de Samsung, esperando tener en nuestras manos el prototipo de teléfono 5G que la empresa trajo al CES 2019 en Las Vegas. Y allí lo encontramos, atrapado detrás de un vidrio en su muelle de carga… tan cerca pero tan lejos.
A primera vista, el teléfono no parece nada especial. Nuevamente, es un prototipo, no un diseño final, por lo que ni siquiera podemos decir que es el primer teléfono de Samsung. Lo más que podemos asumir es que este es el dispositivo que Samsung usará como base para sus primeros teléfonos 5G.
La presencia del teléfono aquí es importante, incluso desde lejos, a pesar de que no ha cambiado mucho desde que vimos por primera vez el prototipo en el mismo muelle en la cumbre tecnológica anual de Qualcomm en Maui, Hawai, el mes pasado. Con esta pieza maestra, Samsung está apostando como un pionero del 5G. El mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo está señalando que es optimista con 5G, luego de anunciar que tendrá su primer teléfono 5G para Verizon en la primera mitad de 2019, y dos teléfonos 5G con AT&T.
Se rumorea que Samsung también tiene una versión compatible con 5G de su próximo teléfono Galaxy S10. (El evento de lanzamiento del Galaxy S10 se llevará a cabo el 20 de febrero).
Aunque estas redes 5G aún no están listas, los fabricantes de teléfonos están ansiosos por adelantarse a la curva. Tener teléfonos compatibles listos para usar cuando las redes activen sus servicios 5G dará a las primeras marcas una ventaja con los primeros usuarios, y ganará puntos extra por aparecer como los primeros en la tecnología inalámbrica de la próxima generación. La transición de los teléfonos 3G a 4G fue lenta, y tanto a los operadores como a los fabricantes de dispositivos les gustaría acelerar la transición.
El comienzo de la era 5G no deja de tener sus escollos. Los teléfonos 5G y los hotspots tendrán un costo extra, al igual que los planes de servicio 5G. Eso es en parte porque las redes y los fabricantes de dispositivos tienen que cubrir sus gastos para construir estas redes y probarlas, y en parte porque los proveedores tienen que adaptar cada dispositivo a una red específica. Un teléfono 5G para AT&T nunca funcionará en T-Mobile porque la combinación de bandas que usa cada red es muy diferente.
Si CES 2019 nos ha enseñado algo, es que el camino hacia 5G es más confuso que nunca, pero no menos vital en el año venidero.
Fuente: CNet
Ingeniería en Sistemas Computacionales