La Anatomía del Mensaje Visual: La comunicación Visual es una de las formas más poderosas de transmitir información, ya que nuestra principal fuente de aprendizaje es la visión y existen el nivel de Interpretación de las imágenes.
A través de la vista, percibimos nuestro entorno y comprendemos los mensajes que nos rodean, tanto de la naturaleza como de la sociedad. Dentro de este proceso, existen tres niveles fundamentales del mensaje: el nivel representacional, el abstracto y el simbólico Anatomía. Cada uno de ellos juega un papel clave en la forma en que interpretamos y damos significados a las imágenes, permitiéndonos no solo comprender el mundo, sino también comunicar ideas de manera efectiva.
Nivel de Representación

Este nivel busca comunicar un mensaje de manera más detallada y precisa, al igual que facilitar su percepción . Por ejemplo, cuando observamos un pájaro, identificamos su estructura general, su contorno y sus características básicas. Sin embargo, si queremos transmitir información más específica sobre una especie en particular, añadimos rasgos distintivos que la diferencien de otras.
Además, este nivel no solo se centra en la transmisión del mensaje, sino también en su interpretación. La representación visual puede ofrecer múltiples significados dependiendo de la percepción individual de cada persona. Podemos considerar este nivel como el más cercano a la realidad, ya que proporciona detalles claros y precisos que enriquecen la comprensión del mensaje visual.
Nivel Simbólico

Al haber hablado del nivel anterior, es probable que al leer sobre el nivel simbólico ya tengan una idea de a qué nos referimos, y déjenme decirles que están en lo cierto. El nivel simbólico Anatomía es aquel en el que los signos adquieren un significado particular, pudiendo ser representacionales o abstractos. Sin embargo, cuando se trata de símbolos abstractos, es necesario un trabajo previo de interpretación para que el público los comprenda. Un claro ejemplo de esto son los símbolos religiosos, muchos de los cuales son abstractos y requieren instrucción o investigación para entender su significado y origen.
Por otro lado, existen símbolos visuales que no son abstractos, sino representacionales, combinando así elementos del primer nivel. Un ejemplo de esto es el logotipo de Facebook, que surge de la inicial del nombre de la plataforma y es fácilmente reconocible.
Como señala Dondis, para que un mensaje visual simbólico sea efectivo, no basta con verlo y reconocerlo, sino que también debe ser memorable y reproducible. Esto nos recuerda el famoso adagio chino: «Una imagen vale más que mil palabras», y aún más, un símbolo puede valer por mil imágenes.
Nivel Abstracto

A diferencia de los niveles anteriores, este nivel no presenta ningún rasgo reconocible del entorno o la realidad tangible. En su lugar, se basa en formas, colores y composiciones que quedan completamente a la libre interpretación del creador. De la misma manera que su elaboración es abierta y subjetiva, su significado también lo es, permitiendo múltiples interpretaciones según la percepción de cada espectador.
A diferencia del nivel representacional, donde la información visual es más específica y clara, en el nivel abstracto, cuanto mayor es la abstracción, más amplio puede ser el mensaje. En este sentido, el arte abstracto es un claro ejemplo de este nivel, ya que su impacto depende de las emociones, experiencias y referencias personales de quien lo observa. Este tipo de mensaje visual se utiliza comúnmente en la publicidad, el diseño gráfico y el arte moderno para evocar sensaciones sin necesidad de una representación figurativa directa.


