Desde finales del siglo XIX las bicicletas han sido medios de transporte tanto para las personas como para pequeñas cargas.
Las mejoras tecnológicas en baterías y motores eléctricos han revivido el concepto de las bicicletas de pedaleo asistido, que una centuria atrás iban con gasolina y acabamos llamándoles motocicletas.
Hay mucho para elegir con baterías eléctricas, pero no con hidrógeno.
Un ejemplo innovador: La Bicicleta de Hidrógeno.
La historia está llena de rivalidades y batallas por la supremacía tecnológica. En el caso de la movilidad, la batalla se está dando entre las baterías eléctricas y las pilas de hidrógeno. Por ahora, la electricidad va ganando la partida, pero el hidrógeno está lejos de haber tirado la toalla como fuente de energía verde.
Un ejemplo es la innovadora bicicleta de hidrógeno diseñada por una empresa holandesa en colaboración con un productor de pilas de hidrógeno australiano.
¿Qué es una bicicleta de hidrógeno?
Una bicicleta eléctrica cuyo recurso de energía es una pila de hidrógeno.
Uno de los inconvenientes de las baterías eléctricas es que la relación entre su capacidad de suministrar energía y su peso es poco eficiente.
En el caso de las bicicletas y ciclomotores, esta relación peso-energía supone una autonomía reducida que los limita principalmente a entornos urbanos. La LAVO Bike propone una alternativa. En lugar de una batería de litio, apuesta por una pila de hidrógeno con un peso menor y mayor potencia.
La pila de hidrógeno convierte este gas en electricidad con una gran eficiencia. Tanto es así que, gracias a su potencia de 40 kW/hora, un depósito de 1,2 kg permite hacer un viaje de casi trescientos kilómetros.
Técnicamente no es la primera bicicleta de hidrógeno del mundo. Ese honor corresponde a las bicicletas Alpha que se emplearon en la cumbre del G7 de 2019 en Francia. La autonomía anunciada de este modelo era de ciento cincuenta kilómetros, con un tiempo de recarga inferior a dos minutos.
¿Cómo funciona?
Volviendo a la LAVO Bike, se trata de una bicicleta de hidrógeno de montaña que consta de las siguientes características:
- Diseño modular: todas las piezas se pueden montar y desmontar con facilidad.
- Depósito de hidrógeno: una pieza cilíndrica portátil y recargable.
- Pila de combustible: convierte el hidrógeno en electricidad.
- Producción de hidrógeno: sistema doméstico alimentado con energía fotovoltaica (se plantea también como un sistema de almacenamiento de energía renovable procedente de paneles solares).
Los desarrolladores afirman que esta tecnología podría cubrir las necesidades energéticas de una casa durante dos días.
Además de ofrecer una alternativa de movilidad a los ciclistas, la LAVO Bike se ha planteado como un vehículo con la suficiente potencia para transportar pequeñas cargas, lo que la convertiría en un excelente aliado de las empresas de mensajería. Por ahora se trata de un prototipo cuyo lanzamiento está previsto para este año 2022.
Es una bicicleta más sostenible
Tal como se ha indicado, esta bicicleta recurre al hidrógeno verde procedente de la electrólisis alimentada por energía renovable. Comparados con las baterías de litio, las pilas de hidrógeno no requieren minerales raros o metales pesados.
La combustión del hidrógeno solo genera agua, al menos en el caso de las pilas de combustible. Hay que tener en cuenta que el hidrógeno puede utilizarse de dos maneras como combustible:
- Motores de explosión convencionales: el hidrógeno sustituye a la gasolina o el queroseno. Se libera vapor de agua y pequeñas cantidades de óxidos nitrosos y dióxido de carbono residual, debido al uso de aceites lubricantes y aditivos.
- Pilas de hidrógeno: el hidrógeno alimenta una reacción electroquímica y produce electricidad. Solo se libera vapor de agua.
Además, para conocer las credenciales ecológicas del hidrógeno, hay que tener en cuenta su código de colores. Aunque el hidrógeno es un gas incoloro, la forma de producirlo se ajusta a un código de colores. Los más importantes son el gris, el azul y el verde.
El primero es el hidrógeno gris se basa en la transformación de gas natural, su producción tiene emisiones de CO2. El hidrógeno azul, en cambio, opta por capturar y almacenar CO2, lo que reduce, pero no elimina las emisiones.
Por último, estaría el hidrógeno verde, que utiliza energías renovables en el proceso de electrólisis y, por tanto, no genera emisiones en ninguna fase de su ciclo de vida. Este es el más ecológico al efectuarse la electrólisis con energía renovable.
Se espera que este tipo de hidrógeno comience a ser rentable comercialmente a lo largo de la próxima década.
Quién sabe si para entonces esta energía, impulsada por proyectos como la bicicleta de hidrógeno, se impondrá en la lucha por una movilidad más sostenible.
Funte: I’MNOVATION
Ingeniería Mecánica Industrial
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