La pantalla flexible de Motorola, el AI pin de Humana o un vehículo autónomo capaz de pasearse sirviendo café son algunas de las tecnologías más llamativas de este MWC 2024.
En cualquier edición del Mobile World Congress (MWC por sus siglas) de Barcelona se encuentran pequeñas rarezas tecnológicas que despiertan el asombro de los visitantes. La de 2024 no es una excepción; es fácil toparse con un pequeño vehículo autónomo que se desliza por los pasillos atestados de gente y con un perro robótico que pisotea el suelo de un expositor, aunque este año, las excentricidades más llamativas del MWC vienen con forma de pantalla.
Un dispositivo inteligente en tu puño con AI pin
Fundada por exdirectivos de Apple en 2018, la startup Humane no había desvelado su primer producto hasta finales del pasado año. Se trata del AI pin y en el MWC hemos podido ver de primera mano cómo funciona esta tecnología. Consiste en un dispositivo electrónico que se cuelga en la ropa, a la altura del pecho, y tiene como objetivo cumplir las funciones de un smartphone.
Una computadora con pantalla transparente
Lenovo ha traído a la feria un prototipo funcional único hasta la fecha. Se trata del ThinkBook Transparent Laptop Concept, un portátil de 17,3 pulgadas. Todas y cada una de sus superficies son transparentes. Solo se han producido cinco unidades de este producto y se han hecho prácticamente de forma artesanal, pues se han ensamblado a mano.
El teléfono flexible de Motorola
El nuevo prototipo de pantalla adaptativa de Motorola también forma parte de las extravagancias de Mobile. No se trata de un smartphone plegable. Para eso tendría que tener una bisagra que permitiera abrirlo y cerrarlo como un libro. En su lugar, este dispositivo se dobla, tanto que se puede acoplar a la muñeca y convertirse en wearable. Con una pantalla de 6,9 pulgadas pOLED, por ahora el terminal solo está destinado a exhibición. Aún no se ha desarrollado un producto comercial con esta tecnología.
Una máquina de café en un vehículo autónomo
La compañía italiana Rhea, especializada en máquinas expendedoras de café, ha desarrollado un prototipo que cambia radicalmente su producto típico. En la compañía lo llaman “barista bajo demanda” y consiste en un vehículo autónomo que contiene toda la maquinaria necesaria para hacer y servir café. La idea, tal y como explican desde la empresa, es aprovechar al máximo los flujos de personas. Una máquina estática puede tener una gran afluencia y servir muchos cafés a una cierta hora del día, pero muy pocos en otros momentos. El vehículo de Rhea se mueve en busca de clientes ávidos de cafeína.