Los desfiles digitales dentro de este nuevo panorama derivado de la pandemia mundial; puede que sean más que una solución temporal.
Con la nueva situación socioeconómica y cultural, las Semanas de la Moda tienen que replantear su modelo tradicional.

El caso de Giorgio Armani puede considerarse uno de los primeros en materia de desfiles digitales dentro de este nuevo panorama.

Ante el avance del coronavirus en Italia, la casa decidió cerrar su evento al público y presentar la colección a puerta cerrada, pero emitiendo en vivo. La decisión fue una rápida adaptación a la situación cambiante, al tiempo que una puerta abierta a realidades complejas que requieren distanciamiento físico y la transformación de una herramienta de marketing clásica para las marcas.

El sistema es tan sencillo como un email en el que se encontraba disponible un vídeo que grabaron “justo unos días antes del confinamiento, sin ser conscientes de lo que se nos venía encima”, junto con una explicación sobre la yuxtaposición de los desfiles virtuales para una moda real.
“El objetivo es demostrar que existen formas de hacer los desfiles de otra manera, con un punto de vista más digital y, sobre todo, más sostenibles y económicos”. Una reflexión que acompaña a la situación monetaria de la industria actualmente: el freno en la producción y en las ventas en moda comenzó ante la falta de compradores en las semanas de la moda.

Precisamente esa diatriba es la que protagonizó una de las Vogue Global Conversations acontecidas del 14 al 17 de abril. Cédric Charbit, director deBalenciaga, lo expresó en números: por desfile, la marca invita aseiscientas personas que acuden a la Semana de la Moda de París (y que en su última edición de marzo, pudo asistir a un espectáculo de tintes apocalípticos y premonitorios), una audiencia muy concreta que, sin embargo, se multiplica en las redes sociales. Para ese mismo desfile, hubo más de ocho mil personas conectadas a YouTube, sesenta mil en Instagram y trescientos mil comentarios en Twitter. 

¿Y cómo serán esos desfiles virtuales? Totalmente a medida. “Lo mejor de ellos es que cada firma lo crea a su antojo, desde cero”, comenta Vidal. “Algunas pasarelas pueden hacer que tu colección se distorsione simplemente por unas paredes, gradas y un suelo oscuro. Por otro lado, hacer un desfile en otra localización puede ser difícil por aforo o logística, por lo que este nuevo concepto hace que todo pueda ser mucho más fácil y bonito”.

Fuente: Vogue

Licenciatura en Diseño de Modas y Tendencias Internacionales

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