“Cada uno de los planetas de nuestro sistema solar tiene su propio clima. Pero una cosa es cierta: solo la Tierra tiene un clima en el que nos resulta posible vivir”.
Hagamos un tour por los planetas imaginando que creamos un programa vacacional, así que veamos que condiciones nos esperan.
EL CLIMA DE MERCURIO
Unas vacaciones en Mercurio se convertirían en un verdadero desastre porque se encuentra tan cerca del Sol que las temperaturas son extremadamente altas. Durante el día, el Sol se vería tres veces más grande y más de 10 veces más brillante que en la Tierra.
Esos rayos solares hacen que las temperaturas suban hasta los 800℉ (427℃). ¡Eso es más que la temperatura que alcanza el horno de tu casa! Por la noche, como no hay una atmósfera que pueda mantener el calor del día, las temperaturas llegan a los -300℉ (-184℃). ¡Qué frío!
VENUS Y SU CLIMA
Debes pensar que, porque Mercurio está muy cerca del Sol, se llevaría el premio por ser el planeta más cálido de todo el sistema solar. Pues ese título se lo lleva Venus.
Venus está cubierto por una atmósfera densa de dióxido de carbono, y sus nubes son de ácido sulfúrico. Ambos forman el llamado efecto invernadero: atrapan el calor y calientan el planeta. Venus puede alcanzar temperaturas insoportables: ¡hasta 847℉ (453℃)! Si Venus hubiera tenido océanos, habrían desparecido hace mucho tiempo.
MARTE
Las temperaturas diurnas en Marte se acercan a las temperaturas de invierno en la Tierra y pueden llegar hasta los 32℉ (0℃). Pero la delgada atmósfera de Marte no puede mantener el calor del Sol y, por la noche, las temperaturas se encuentran alrededor de los -200℉ (-129℃).
Los orbitadores y los “rovers” que han estado estudiando Marte han descubierto que es muy posible que en algún momento del pasado hubiera mucha agua en el planeta rojo. Pero la cantidad de agua restante no es suficiente para formar un ciclo de agua como el que tenemos en la Tierra, así que podemos afirmar que Marte es prácticamente un desierto.
Además, en Marte los desiertos sufren unas impresionantes tormentas de polvo que pueden dejar el planeta totalmente cubierto durante varias semanas. Los patrones de viento también generan “diablos de polvo”, una especie de tornados del desierto.
JUPITER
En realidad, no podrías pasar tiempo en la superficie de Júpiter para observar el clima. Júpiter es un gigante gaseoso, lo que quiere decir que no cuenta con una superficie sólida en la que puedas estar de pie. Pero, con eso dicho, podemos observar su clima de todos modos.
Júpiter es un planeta tormentoso, famoso sobre todo por su Gran Mancha Roja. En realidad, esta mancha es una violenta tormenta que hace 300 años que dura.
Pero la Gran Mancha Roja no es la única tormenta que tiene Júpiter. Todo el planeta está cubierto por grupos de nubes que se arremolinan en lo alto de la atmósfera y que es muy probable que estén compuestas por amoníaco.
SATURNO
Cuando llegas a Saturno, otro gigante gaseoso, y ves sus preciosos anillos ya estás muy lejos del Sol: a unos 900 millones de millas (1448 millones de kilómetros). Eso es casi el doble de la distancia de Júpiter. Esa distancia también conlleva sufrir temperaturas medias de unos -285℉ (-176℃).
El clima más parecido al nuestro en el sistema solar se encuentra en la luna más grande de Saturno, Titán. Los científicos creen que Titán tiene estaciones, nubes que traen lluvia y una atmósfera hecha en gran parte de nitrógeno, como la nuestra.
Pero la mala noticia es que más que un ciclo de agua, Titán tiene ciclos de un componente químico llamado metano. La lluvia que cae de las nubes es de metano y cae en lagos, ríos y mares de metano. Además, en Titán hace demasiado frío para que sea atractivo para los turistas humanos.
URANO
Urano es Famoso como gigante de hielo y hace honor a su nombre: alcanza temperaturas de -360℉ (-218℃).
Además, su eje está ladeado unos 98℉ (37℃). Los científicos creen que el impacto de algún objeto en el pasado hizo que se ladeara.
Como Urano se encuentra tan lejos, tarda 84 años terrestres en completar una órbita. ¡Y cada estación dura 21 años de la Tierra!
El eje torcido de Urano es el causante de algunos cambios raros en sus estaciones durante su órbita alrededor del Sol. En verano y en invierno, en muchas partes del planeta es de día o de noche durante toda la estación, es decir, ¡durante 21 años! En primavera, Urano pasa por ciclos de noche y día cada 17 horas. Este planeta también tiene unas tormentas impresionantes. Es muy probable que este ciclo de estaciones sea uno de los motivos por los que se producen dichos temporales.
NEPTUNO
Neptuno está muy, muy lejos: una media de 2800 millones de millas (4506 millones de kilómetros) del Sol. Eso significa que este gigante gélido tiene unas temperaturas muy frías. La temperatura media en Neptuno es de -360℉ (-218℃).
Si esta temperatura te suena es porque Urano está casi a la misma temperatura. El motivo por el que estos dos planetas están a la misma temperatura, a pesar de encontrarse a distancias tan distintas con respecto del Sol, sigue siendo un misterio.
Neptuno tiene una atmósfera densa y está cubierto por nubes que cambian constantemente y que giran alrededor del planeta. El viento domina Neptuno: puede alcanzar las 1200 millas por hora (1931 kilómetros por hora). ¡Es el más fuerte del sistema solar!
¿DÓNDE QUIERES VIVIR?
La Tierra puede tener un clima bastante extremo, pero después de ver otras opciones en nuestro sistema solar, ¡parece un lugar ideal para vivir!
La mejor manera de controlar el clima extremo de la Tierra es estar preparado y atento a las previsiones climatológicas. Afortunadamente, los satélites meteorológicos del Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental del NOAA (GOES-R), se encarga de monitorear el clima.
Los satélites del GOES-R hacen seguimiento de huracanes, tornados y otras tormentas. Estos satélites también controlan los cambios en el clima provocados por el Sol, llamado clima espacial. Con esta información, los meteorólogos pueden realizar sus previsiones que ayudan a la gente a mantenerse a salvo.
La Tierra no es el único planeta con cambios meteorológicos, pero sí es el único con un clima en el que podemos vivir.
Fuente: NASA
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