¿Sabías que el flotador del baño es un invento de un mexicano? Pues sí, resulta que hasta casi finales del siglo XVIII no había un método efectivo, práctico y automático para hacer que dejara de fluir el agua hacia una fuente.
Ante este panorama, José Antonio de Alzate, un genio de la época, estudió un poco las máquinas hidráulicas y logró inventar el flotador u obturador automático que permitió ahorrar millones de litros de agua cada día y que hoy es omnipresente en los excusados y tinacos.
¿Quién fue José Antonio de Alzate?
José Antonio de Alzate y Ramírez fue un filósofo pero no solamente eso, también se dedicó a otras áreas del conocimiento, así fue teólogo, sacerdote, astrónomo, cartógrafo, geógrafo, historiador, naturalista, botánico y periodista, nació en el Estado de México, en la localidad de Ozumba el 21 de noviembre de 1737.
Al ser de una familia acomodada, tuvo la capacidad económica de entrar a los 10 años al Colegio de San Ildefonso, unos años más tarde ingresó movido por su interés de conocer y divulgar el saber en un afán de lograr el progreso de la Nueva España se matriculó en la Real y Pontificia Universidad de México donde recibió el grado de Bachiller en Artes, y posteriormente el grado de Bachiller en Teología.
Su mayor invento: el flotador u obturador automático
Seguramente has visto en el tanque del excusado, o en el tinaco una pequeña bola hueca que va unida a un mecanismo que al subir el nivel de agua corta la circulación, e impide que se desborde y consecuentemente se desperdicie.
Pues bien, este flotador o mejor dicho, sus ancestros, fueron inventados por José Antonio de Alzate en el año de 1790, derivados de la siguiente observación:
… en un terreno horizontal: después de llenar una fuente, si no se tiene el cuidado de cortar la comunicación de la cañería, ya sea por medio del instrumento que llaman llave, o por otro arbitrio, la fuente está continuamente repletándose de agua, y pierde otra tanta de la que recibe… Cortar la comunicación, cuando la fuente está llena por medio de la llave o por sofocación en la alcantarilla o ventosa, es medio seguro…
Con un lenguaje deliberadamente sencillo, José Antonio de Alzate explica en el Volumen 2 de su Gaceta de Literatura de México este invento que ayudó a ahorrar millones de litros de agua en la antigua Ciudad de México. Alzate veía en la ciudad un exceso de agua que se desperdiciaba porque las fuentes seguían llenándose aún cuando ya estuvieran llenas, haciendo que el agua sobrante se derramara.
Antes del invento del flotador, algunas familias encargaban a un criado para que fuera el que abriera y cerrara la llave según las necesidades de agua, pero esto resultaba impráctico.
Fuente: Xataka
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