La microarquitectura Sunny Cove es la piedra angular sobre la que descansa el futuro de la familia de procesadores Intel Core
Esta contundente afirmación de Uri Frank, uno de los ingenieros de Intel responsables del diseño de la nueva microarquitectura, refleja con claridad lo importante que son los nuevos chips Intel Core de 10ª generación para el futuro de la compañía de Santa Clara.
Durante los últimos años AMD ha conseguido colocar en el mercado un porfolio de microprocesadores muy competitivo tanto por su rendimiento global como por su precio. Intel también ha contado con soluciones atractivas, aunque habitualmente más por su productividad que por su precio, pero se ha visto obligada a soportar el desgaste que han acarreado las vulnerabilidades de seguridad que conocemos como Spectre y Meltdown. En cualquier caso es evidente que, de alguna manera, con la familia de microprocesadores Ice Lake quiere hacer borrón y cuenta nueva.
La buena noticia para los usuarios es que los microprocesadores Intel Core de 10ª
Hace pocos días hemos participado en unas sesiones técnicas en las que los ingenieros responsables del diseño de los nuevos microprocesadores de Intel nos han explicado con detalle las innovaciones que han introducido en su última microarquitectura. Su calado es profundo, y, por esta razón, merece la pena que las repasemos. Pero ante todo la buena noticia para nosotros, los usuarios, es que sobre el papel los microprocesadores Intel Core de 10ª generación y los AMD Ryzen de 3ª generación con microarquitectura Zen 2 nos prometen una batalla encarnizada. Veremos cómo rinden ambas familias cuando lleguen los primeros tests independientes, pero mientras tanto merece la pena que indaguemos en las innovaciones que ha introducido Intel en Ice Lake. Las cartas están sobre la mesa.
Buena parte de las innovaciones que Intel ha introducido en sus microprocesadores durante los últimos dieciséis años proceden de IDC (Israel Development Center), el centro de desarrollo que tiene la compañía en Haifa (Israel). Esta filial fue la responsable de poner a punto en 2003 la microarquitectura P6 (Banias), una de las más exitosas de cuantas ha lanzado Intel durante las últimas dos décadas. La alta relación rendimiento/vatio de los procesadores Pentium M utilizados en la plataforma Centrino se debió en gran medida a esta microarquitectura, que representó una ruptura muy contundente con la microarquitectura NetBurst utilizada en los procesadores Pentium 4.
Ice Lake, en detalle
Los primeros microprocesadores Intel Core de décima generación que llegarán al mercado estarán integrados en ordenadores portátiles, por lo que aún tendremos que esperar un poco más para comprobar qué tal rinden las revisiones de estos chips para las máquinas de sobremesa. La siguiente diapositiva resume las especificaciones de estas CPU, que tendrán un TDP (Thermal Design Power) que oscilará entre 9 y 28 vatios, así como un máximo de cuatro núcleos y ocho hilos de ejecución (threads). Un apunte interesante: pueden convivir con chips de memoria LPDDR4/x-3733 y DDR4-3200.
Uno de los bloques funcionales de la CPU en los que Intel asegura haberse esmerado es la lógica gráfica, que en los chips Ice Lake tiene una capacidad de cálculo de operaciones en coma flotante ligeramente superior a 1 TFLOP. Por sí solo este dato no nos dice gran cosa, pero puede ayudarnos a interpretarlo saber que esta potencia es similar a la que tiene una consola Nintendo Switch. Según Intel la lógica gráfica integrada en los procesadores Intel Core de décima generación es capaz de mover juegos como DiRT Rally 2 o Fortnite a 1080p arrojando tasas de imágenes sostenidas cercanas a los 60 FPS. Lo comprobaremos tan pronto como podamos analizar uno de los primeros ordenadores portátiles equipados con estos chips.