Los detalles de la microarquitectura Sunny Cove, es utilizada por los procesadores Intel Core de la 10ª generación.
Colocar en el mercado una nueva microarquitectura es siempre una apuesta importante, pero en esta ocasión lo es si cabe aún más porque Intel acaba de atravesar una etapa controvertida debido al desgaste que le han acarreado las vulnerabilidades de seguridad que conocemos como Spectre y Meltdown.
Dadas las circunstancias a la compañía de Santa Clara no le quedaba más remedio que «poner toda la carne en el asador». Y parece que es lo que ha hecho. No en vano Uri Frank, uno de los ingenieros de Intel responsables del diseño de la nueva implementación, asegura que «la microarquitectura Sunny Cove es la piedra angular sobre la que descansa el futuro de la familia de procesadores Intel Core». Ni más ni menos. Pero todo esto ya lo sabíamos. ¿Cuál es la novedad? Sencillamente, ya conocemos los detalles de los primeros microprocesadores «Ice Lake» que llegarán al mercado, así que ahora son más tangibles que nunca.
Especificaciones detalladas de los microprocesadores de las series Y y U
Antes de que repasemos las características de los nuevos procesadores Intel Core de 10ª generación nos viene bien recordar brevemente cuáles son las mejoras más interesantes introducidas por la nueva microarquitectura. La más contundente es, sin lugar a dudas, su nueva litografía de 10 nm, una innovación en la tecnología de integración que ha contribuido decisivamente a hacer factibles muchas de las mejoras que vamos a repasar a continuación.
De todas las mejoras que sobre el papel nos proponen los nuevos microprocesadores de Intel la que tendrá un impacto directo en nuestra experiencia será su IPC (refleja el número de instrucciones que una CPU es capaz de ejecutar en un solo ciclo de la señal de reloj). Según Intel el IPC de los núcleos Sunny Cove se ha incrementado un 18% frente al de Skylake, algo que comprobaremos tan pronto como caiga en nuestras manos uno de los primeros equipos gobernados por un microprocesador Intel Core de 10ª generación.
Además, las nuevas CPU tendrán un TDP (Thermal Design Power) que oscilará entre 9 y 28 vatios, así como un máximo de cuatro núcleos y ocho hilos de ejecución (threads). Por otro lado, la nueva lógica gráfica tiene una capacidad de cálculo de operaciones en coma flotante ligeramente superior a 1 TFLOP, lo que según Intel le permite mover juegos como ‘DiRT Rally 2’ o ‘Fortnite’ a 1080p arrojando tasas de imágenes sostenidas cercanas a los 60 FPS.
En lo que concierne a la conectividad Intel ha implementado dentro del encapsulado una controladora Thunderbolt 3 y otra Wi-Fi 6 GIG+ que permitirán a los ensambladores prescindir de chips dedicados, lo que debería abaratar algo el precio de los ordenadores portátiles que incorporarán estos chips. Un apunte interesante: la lógica gráfica ocupa más espacio que los cuatro núcleos de CPU con microarquitectura Sunny Cove juntos, acaparando cerca del 40% de la superficie del chip.