El 5 de mayo de 2025, Nueva York volvió a vibrar con uno de los eventos más importantes del mundo de la moda: la Met Gala, organizada como cada año por el Museo Metropolitano de Arte y el Costume Institute.
Pero este año, algo fue distinto. Bajo el tema “Superfine: Tailoring Black Style”, el evento no solo deslumbró con su glamour, sino que también nos ofreció una lección profunda sobre la identidad, la herencia cultural y el poder transformador de la moda.
Como estudiante de Diseño de Modas, asistir (aunque sea desde la pantalla) a este tipo de eventos no es un simple ejercicio de observación estética, sino un acto de análisis e inspiración. Y esta edición fue, sin duda, una de las más relevantes a nivel conceptual y emocional.
Un tema con peso histórico y cultural
“Superfine” celebró la historia de la sastrería negra y su impacto en la moda global. No se trató solo de trajes bien cortados o estilos formales: fue un homenaje a cómo las comunidades afrodescendientes han utilizado la moda como una forma de expresión, resistencia y afirmación personal. Desde los Zoot Suits de los años 40 hasta los looks de dandy moderno, cada atuendo cargó con décadas de historia, injusticia, orgullo y arte.
Para quienes estudiamos moda, este enfoque nos recordó que el diseño no existe en el vacío. Cada prenda que creamos o analizamos viene acompañada de una carga cultural, simbólica y emocional. La moda es política, es social, es histórica.
Lecciones visuales para diseñadores en formación
La Met Gala 2025 fue también una vitrina para observar de cerca cómo se puede reinterpretar la tradición sin perder el respeto por la fuente de inspiración. Vimos piezas que combinaban cortes clásicos con texturas modernas, referencias al pasado con detalles futuristas, y una increíble sensibilidad para hablar desde la ropa sobre temas como la raza, el poder, la clase y la belleza.
Entre los múltiples looks que desfilaron por la famosa escalera del MET, tres se destacaron no solo por su impacto visual, sino por la manera en que capturaron el espíritu del evento desde la maestría del diseño:
1. Jennie en Alaïa: Modernidad minimalista con herencia estructural
Jennie, ícono del K-pop y referente de la moda global, desfiló con un look cuidadosamente equilibrado entre sensualidad, estructura y minimalismo, diseñado por Alaïa. Optó por un mini vestido blanco ajustado con escote corazón y recorte central, acompañado de una capa transparente tipo tul que caía suavemente desde los hombros hasta el suelo, aportando una sensación etérea y elegante.
El peinado —una coleta pulida con ondas suaves— y su maquillaje natural con labios en tonos neutros, dejaron que la silueta de la prenda y su porte fueran los protagonistas. El look, aunque visualmente limpio, estaba cargado de intención: Jennie evocó una versión contemporánea de la silueta clásica, jugando con lo sutil y lo audaz en perfecta armonía.
Inspirado en la sastrería depurada y los volúmenes arquitectónicos del diseño europeo, su atuendo demostró cómo una pieza aparentemente simple puede convertirse en una declaración de estilo refinado, preciso y poderoso.
Lección: El minimalismo también comunica. Cuando el corte es impecable y los detalles están bien pensados, no se necesita extravagancia para destacar.
6. Sabrina Carpenter en Louis Vuitton: Sastrería atrevida con un giro contemporáneo
Sabrina Carpenter, ícono del pop y referente de estilo, deslumbró en la Met Gala 2025 con un audaz conjunto diseñado por Pharrell Williams para Louis Vuitton. En línea con el tema de la gala, “Superfine: Tailoring Black Style”, Carpenter optó por una interpretación moderna y atrevida de la sastrería tradicional.
Su atuendo consistió en un body burdeos de jacquard, complementado con una chaqueta corta tipo esmoquin de solapas blancas y botones metálicos. El conjunto se completaba con una cola dramática que caía desde las caderas, aportando un toque teatral al look. La ausencia de pantalones no solo resaltó su figura, sino que también subvirtió las normas tradicionales de la moda de gala.
El estilismo se completó con plataformas altas, joyería plateada y su característica melena rubia peinada en ondas suaves, aportando un equilibrio entre lo clásico y lo moderno. Carpenter mencionó que Pharrell le sugirió este diseño sin pantalones debido a su estatura, lo que resultó en un look que combinaba humor, audacia y elegancia.
Lección: La moda es una herramienta para desafiar convenciones y expresar individualidad. La elección de Sabrina Carpenter demuestra cómo la reinterpretación de la sastrería puede resultar en una declaración de estilo poderosa y contemporánea.
3. Zendaya en Louis Vuitton: Elegancia nupcial con homenaje cultural
Zendaya, ícono de la moda contemporánea, sorprendió en la Met Gala 2025 con un conjunto de Louis Vuitton diseñado por Pharrell Williams. Lució un traje blanco de tres piezas compuesto por blazer, chaleco y pantalones de pierna ancha, complementado con una corbata y un sombrero de ala ancha. Este atuendo rindió homenaje al icónico conjunto de boda de Bianca Jagger de 1971, reinterpretado con un enfoque moderno y sofisticado.
El conjunto estaba adornado con detalles plateados en forma de serpiente, y Zendaya lo complementó con joyas de Bulgari y un anillo de compromiso de 5.02 quilates de Tom Holland, que captó la atención de todos los presentes.
Este look no solo destacó por su estética impecable, sino también por su profundidad simbólica. Al rendir homenaje a figuras icónicas y al mismo tiempo incorporar elementos de la sastrería negra, Zendaya logró una fusión perfecta entre la moda contemporánea y la rica herencia cultural que celebraba la temática de la gala.
Lección: La moda puede ser una poderosa herramienta para rendir homenaje a la historia y expresar identidad cultural. La elección de Zendaya demuestra cómo un diseño bien pensado puede trascender la estética y contar una historia significativa.
4. Lana Del Rey en Valentino: Romanticismo gótico con un guiño personal
Lana Del Rey, siempre fiel a su estética melancólica y cinematográfica, deslumbró en la Met Gala 2025 con un diseño de Valentino creado por Alessandro Michele. El vestido, confeccionado en terciopelo negro y satén marrón, presentaba un corpiño estructurado, una falda plisada y un panel de encaje floral en la espalda, evocando el romanticismo gótico con un toque moderno.
El detalle más llamativo fue un lazo negro adornado con plumas que emergía del hombro izquierdo, creando una silueta dramática y etérea. El peinado, inspirado en las ondas retro de los años 50, fue complementado con horquillas doradas en forma de caimán, un sutil homenaje a su esposo, Jeremy Dufrene, guía de tours en los pantanos de Luisiana.
El maquillaje, obra de Pamela Cochrane, resaltó su mirada con delineado alado y labios en tono nude, logrando un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo contemporáneo.
Lección: La moda puede ser una narrativa personal. Lana Del Rey demuestra cómo un atuendo puede rendir homenaje a la historia, la cultura y las relaciones personales, todo en una sola aparición.
Conclusión: Moda como identidad, y diseño como responsabilidad
Como estudiante de Diseño de Modas, ver cómo estos artistas y diseñadores interpretaron el tema de la Met Gala 2025 fue una fuente inmensa de aprendizaje. Esta gala no se limitó a ser un espectáculo visual: fue un manifiesto sobre cómo el diseño puede expresar orgullo, cultura, memoria y transformación.
Nos recordó que la moda no solo es bella: también puede ser una herramienta de resistencia y narración. Nuestra labor como futuros diseñadores no es solo crear ropa bonita, sino también contar historias, visibilizar identidades, y usar nuestras habilidades para generar cambio.
Y si algo nos enseñó esta Met Gala, es que la sastrería —cuando se hace con alma— es mucho más que técnica: es arte vivo.